LIBROS POR PATRICIA SCHAEFER RÖDER

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miércoles, 21 de octubre de 2015

MÁS

Más asombrosa santidad: mujeres, amantes sempiternas. Mil años seguidos, Mireya amó siempre, melosa, a Sandra. Muchas angustias surgieron, muchas almas sufrieron; mas altiva, Sandra motivó a su mejor amiga: solo Mireya. Antes, su más amado secreto; mas ahora, su muy abierto sentimiento maravilloso. Allá sucumbieron míticamente al sendero mágico adherido, sensual, milagroso. Abierta, sincera, muy audaz, Sandra miraba alegre su muy agradecida sonrisa mientras, alada, se movía altibaja sobre muchos andenes salobres. Más atractivas señoras; mujeres acariciándose suavemente, muchos atrasados se molestaban al suponer mejor alcance sexual. Mireya araba sábanas malvas, ahogada sin más aliento. Sensuales, mimaban a sus mercedes ambos senos mutuamente, arrullándose serenas. Mitigada, abrasada, seducida, Mireya alcanzaba sin mucho afán su meritorio algoritmo sensitivo. Mirando al santuario, más amante solemne, más amiga sincera, menos alebrestada, Sandra meditaba aquellos sucesos. Mas, angustias siempre maniatan a soñadoras. Malas aguas se movían al sentido mortal: a Sandra molestaban aguijoneos súbitos, musculares, a siniestra media aorta. Solo Mireya abría soslayadamente mil apegos sencillos, más amor sagrado, menos áreas soeces. Mucho afán sin mayores anhelos: Sandra moría apenas supo musicalizar almas sacras. Mireya aguardó sin más añoranzas solitarias. Mientras abogaba solícitamente, malas ánimas se mostraban a sus modestas alocuciones solidarias. Mucha antipatía sembraba más ácido sulfúrico, mondando árboles secos. “Mi amada, siempre mi apoyo”, susurraba melancólica, ante su muerte agónica, Sandra. Mireya agredió sesuda, mentalmente, a sus macabros antagonistas sádicos; monos alzados, sedientos monstruos animosos, sediciosos. Mas así son: mujeres amantes sempiternas. Más amor serio: mil años siguientes, Mireya ayuda segura, muy amable, suave, minuciosa, a Sandra, muerta al sufrir mirando al susodicho mundo atrasado, sucio... 


©2015 PSR



TAUTOSIGLAMA

Un tautosiglama es un tautograma compuesto en el que las palabras que lo constituyen comienzan con las letras del título escrito en forma de siglas, en el mismo orden que llevan. El título del tautosiglama representa el tema que se desarrolla en el texto. Por su naturaleza acrónima, el título queda escrito en mayúsculas.

© Patricia Schaefer Röder, 8 de mayo de 2011



viernes, 28 de noviembre de 2014

LA GRANJA


Ajada, ya tan cansada, Sara lavará la casa mañana. La maraña rasa la alza, calmada. Sara canta tantas nanas al alba, tantas nanas para Ana, para andarla a la cama. “Mamá”, habla Ana, “¿amas a Ana?”. Sara clama, agradada: “Mamá ama más a Ana; más, más, más; Mamá ama más a Ana”. Dama alta, Sara manda a Carla a salar las alas. Carla salta a la carpa, amarra las pavas calvas, mata las aras grasas, arranca las patas, saca las caballas aplastadas, atascadas a las cajas rasas, casca la caña, amasa las trazas para la gran bacanal. “¡Santa Marta sagrada!”, ladra Adán, al andar la manada marcha larga atrasada. Vacas, cabras mansas, atrapadas, Adán las traspasa ‘trac-trac’ a la paja, al arpa, a las balas. Aplaza la trampa hallada para más atrás. Agazapada, a rastras, Sandra labra la granja. Abarca ananás, papas, batatas, naranjas, manzanas; plantadas atrás, agarradas, abaratadas. Harta hasta la palma, Sandra marca la traca anaranjada. “¡Hasta mañana, Ña Sara! ¿Agrandará las sábanas blancas?”, clama Sandra, amargada. “Mañana, mañana, Sandra. Mañana hará la lavada Ña Sara”. Al hablar parada, Sara planta tardanzas a Sandra, Carla, Adán. Acabadas, a las barracas, Carla, Sandra, trazan zanjas a las canas. Ya a casa, Adán da caza a Yara a la hamaca altar. Yara da calda a Adán. Apapachada, Yara ama más a Adán. A la casa-granja, agachada la cara, Sara alcanza a sacar la trama lanar hallada para dar la mama a Ana. Hasta la paz cansada, ya tan ajada, Ña Sara lavará la casa mañana. “Mañana, Sandra. Mañana. Mañana Ña Sara lavará la casa”, Sara habla palabras claras a Ana calmada.
 

©2014 PSR

viernes, 21 de noviembre de 2014

5 MICRORRELATOS (IX)


SECRETO

El ángel más bello de todos ocultaba una pata de cabra bajo la túnica.



SEGUNDA OPORTUNIDAD

Sintiéndose culpable, él quiso terminar la relación enviando un texto. Sin embargo, el programa automático se encargó de corregir el error.



INTERÉS

Al descubrir en el castillo aquella enorme biblioteca llena de libros maravillosos que la Bestia nunca había leído, la intelectual Bella se “enamoró” perdidamente de él.



DICTADURA (II)

El tirano local se creía invencible hasta el día que un pequeño virus se lo comió desde adentro.



PAZ

El hipocondríaco al fin se tranquilizó cuando le encontraron una enfermedad incurable.



©2014 PSR


miércoles, 29 de octubre de 2014

5 MICRORRELATOS (VIII)



CONTUNDENCIA

Al amargado sólo le gustó un chiste en toda su vida. Cuando se lo contaron, murió de risa.



SERVICIO POSTAL

El sobre con las malas noticias nunca llegó a su destino. Y así, todos vivieron felices por siempre.



TESORO

Cuando llegó al final del arco iris, descubrió toda la vida concentrada en cada gota de lluvia.



ELECCIONES

Una vez más, al terminar las jornadas electorales, la cuadrilla del aseo se encargó de disponer de las urnas.



DESTINO

Al fin, la cabeza había logrado convencer a las piernas de no saltar al vacío. Entonces, el corazón se emocionó tanto, que se salió del pecho.



©2014 PSR


jueves, 14 de agosto de 2014

ATARDECER


El sol caía derramando rojos y violetas entre las montañas. La tarde se llenó del canto de miles de aves; el murmullo del agua que se escurría entre las piedras servía de fondo al sonido de los insectos y al grito desbocado de los coquíes que buscaban pareja. Celia miraba los rayos del astro que huía, mientras tarareaba aquella canción de la infancia a su hija en brazos. Al fin había logrado encontrar la paz. Entonces, sus ojos húmedos se llenaron de alegría.

 ©2014 PSR

miércoles, 23 de julio de 2014

A LA SOMBRA DEL MANGO


Inés comía mango a la sombra del árbol. Antes se había subido con su amiguita por aquel tallo grueso, rama por rama, ayudándose mutuamente. Paradas sobre las ramas fuertes, se estiraron buscando los mangos color atardecer que colgaban de las más delgadas, sacudiéndolas para tumbarlos al suelo. Aquellas frutas caían como granizo dorado sobre la tierra fresca del campo. Cuando ya no hubo más mangos amarillos que tumbar, las dos niñas bajaron del árbol y los recogieron en bolsas para llevarlos a sus casas. La amiguita tenía prisa y así, Inés se quedó sola, disfrutando el sabor glorioso, dulce y perfumado de los crepúsculos sustanciosos que habían caído del árbol para saciar su hambre con alegría y alimentar los recuerdos de la niñez, mientras soñaba con su futuro.

©2014 PSR


miércoles, 16 de julio de 2014

GAY

Galantes, Andrés y Guillermo andaban ya gustosos atravesando yagrumos gigantes. Antes yoístas, gritaron arrebatados “¡Yo, Guillermo, álzome y grito al yugo generalizado, atroz y grosero, al yunque grotesco, aplastante y garrafal: Amo y guardo admiración y gentilezas al yumbo garzo, Andrés!”. Y gratamente, Andrés, yaciendo gracioso ante yataganes grises, abrazó yaros grandes, aminorando yacturas genéticas, abriendo yemas galactitas armiñas. “¡Ya Guillermo, amigo y general amado; yantemos ganosos, ávidos y golosos, ante yucatecos garbos!”. Ahora, ya girado, Andrés yuxtapuso garabatosos amarillentos yuyos geométricos, ansiando yunciones grandes, alardeando yerros gnósticos, arbitrarios. Y ganaron, Andrés y Guillermo, almas y gloria amplia y genuina. Apartaron yardas granitas, ancianas, yermas, gratificándose alegremente y generando amistades yanaconas, gestadas amplia y genialmente. Altivos y gallardos, ayudáronse yuntando grava, algas y gasas al yurumo gemelo, antepuesto y grande. Andrés ya galopó a Yaracuy, garroteando a yeguas gordas. ¡Ay, yaguar, Guillermo arrió yacarés! Gauchos andinos y greñudos, antes yernos gasajosos, ahora ya graban armas y guantes artilleros. Y guastadas atrás y guindadas, ambas yerbas, granadilla amarilla y girasol, añadieron y germinaron. Anochecía y Guillermo, Andrés, ya gozaban arrobados yeguando gozosos, aplaudiendo y gentilizando al yang; golpeando al yerbal, golondros ambiciosos, yoístas…


©2013 PSR



TAUTOSIGLAMA

Un tautosiglama es un tautograma compuesto en el que las palabras que lo constituyen comienzan con las letras del título escrito en forma de siglas, en el mismo orden que llevan. El título del tautosiglama representa el tema que se desarrolla en el texto. Por su naturaleza acrónima, el título queda escrito en mayúsculas.

© Patricia Schaefer Röder, 8 de mayo de 2011

miércoles, 25 de junio de 2014

BLANCANIEVES

Viviendo encerrada en una casa, sin permiso para recibir visitas ni hablar con nadie, atendiendo a siete hombres –cocinando, limpiando, recogiendo, haciendo camas y lavando la ropa– y teniendo que mostrar siempre dulzura y buen humor, Blancanieves sufría de depresiones que la hicieron querer dormir para nunca más despertar. Lo de la manzana es otro cuento.



©2014 PSR


 

miércoles, 4 de junio de 2014

5 MICRORRELATOS (VI)



DESLUMBRADO

Ella era la luz de sus ojos. Tanto la miró, que acabó ciego.



DÍA SEXTO

Respiró, parpadeando, y vio que lo que había hecho era bueno.



PATITO FEO

Para los patos, aquel cisne nunca llegó a ser bello.



ACTUALIDAD

Cuando al fin despertó, la Bella Durmiente agradeció la ayuda del Príncipe, aprendió a coser sin pincharse y se convirtió en una afamada diseñadora de modas.



NOBLEZA

A pesar de vivir en el Paraíso, Eva y Adán nunca se miraron el ombligo.



©2014 PSR


miércoles, 28 de mayo de 2014

LA FIESTA


Marisela se vestía para la fiesta. Estaba emocionada, hacía tiempo que soñaba con ir a una fiesta grande como esa. Tenía mucha ilusión porque sabía que vería de nuevo a toda su familia, a todos sus amigos. Marisela se vestía con sus mejores galas, con colores brillantes y encendidos. Marisela se vestía para la fiesta. El espejo volvió a ser su amigo, ayudándola a maquillarse y peinarse con esmero para reflejar así toda la alegría, toda la felicidad que llevaba dentro. Mientras musitaba su canción preferida, se perfumaba y sonreía, dejando salir aquella luz que había vuelto a encender en su alma. Marisela se vestía para la fiesta mientras soñaba con su nueva vida, con su futuro un tanto incierto, pero suyo. Al fin comenzó la fiesta. Marisela brilló como nunca antes; rio, jugó, habló y bailó hasta el amanecer. Aquella mañana, el sol salió tarde.


©2014 PSR


miércoles, 21 de mayo de 2014

EL PAYASO


El payaso lloraba amargamente. No lloraba por el golpe que le acababa de propinar su compañero, sino por la noticia que recibió antes de la función. El payaso lloraba porque el dueño del circo lo había despedido, efectivo a partir del día siguiente. Ya no tendría trabajo, ya no haría reír a los niños. Había sido payaso toda su vida, desde los 14 años. No sabía hacer otra cosa sino el tonto y el ridículo para que los demás gozaran burlándose de él. Era su vida hacer reír a los otros y de pronto se vio sin nada. Mientras seguían en la última función, el payaso se dejaba empujar, golpear, mojar y bromear por sus compañeros mientras pensaba en algún trabajo que pudiera hacer a partir del siguiente día. En medio de las risas del público caviló y caviló hasta que dio con el empleo perfecto, donde usaría toda la experiencia acumulada a lo largo de su carrera. Entonces, por la mañana fue al Congreso, presentó sus credenciales y automáticamente lo emplearon como vocero del gobierno.


©2013 PSR


miércoles, 23 de abril de 2014

IMPREVISTO



Eran las 5:30 de la mañana. Antonio regresaba más temprano de lo regular. Se sintió mal en el trabajo y había llamado al relevo de las 8:00 para que adelantara el turno. Se preparó un café, como lo hacía cada día al llegar. No pasó a la habitación para no despertar a Ana, que dormía cansada la rutina de la semana. Taza en mano, se recostó en el sofá, sorbiendo poco a poco. Entonces, justo antes de las seis, con el cantar del gallo, se abrió la puerta de la casa, dejando entrar a Ana.


©2013 PSR


miércoles, 23 de octubre de 2013

EVOLUCIÓN

 
Mi garganta ya no encerraba un excesivo calor; ahora era presa de un enorme nudo que no me dejaba articular palabra. Esa noche descubrí que el odio podía ser frío. Que la decepción era muda. Que la incertidumbre era blanca. Saberme traicionada me abrió los ojos a la inmensidad llena de estrellas, de nuevas posibilidades. Dentro del golpe sentí un embrión rompiendo la piel de su semilla y supe que mi destino era renacer.

©2013 PSR


miércoles, 15 de mayo de 2013

IMPUNIDAD

 
Todo el día correteaba a los niños más pequeños por el patio de la escuela. Les arrebataba los juguetes y los destrozaba. Presos del pánico, los arriaba hacia una esquina. Allí los insultaba, les escupía, los empujaba, los pateaba y los amenazaba con golpearlos hasta reventarse los nudillos. De lunes a viernes ejercitaba sus dotes sádicas, inclemente, alimentándose del miedo que sembraba en aquellos chicos. Y cuando una vez su mejor amigo le preguntó por qué lo hacía, simplemente contestó sonriendo: “¡Porque puedo!”.

©2013 PSR