Marisela se vestía para la fiesta. Estaba
emocionada, hacía tiempo que soñaba con ir a una fiesta grande como esa. Tenía
mucha ilusión porque sabía que vería de nuevo a toda su familia, a todos sus
amigos. Marisela se vestía con sus mejores galas, con colores brillantes y
encendidos. Marisela se vestía para la fiesta. El espejo volvió a ser su amigo,
ayudándola a maquillarse y peinarse con esmero para reflejar así toda la
alegría, toda la felicidad que llevaba dentro. Mientras musitaba su canción
preferida, se perfumaba y sonreía, dejando salir aquella luz que había vuelto a
encender en su alma. Marisela se vestía para la fiesta mientras soñaba con su
nueva vida, con su futuro un tanto incierto, pero suyo. Al fin comenzó la
fiesta. Marisela brilló como nunca antes; rio, jugó, habló y bailó hasta el
amanecer. Aquella mañana, el sol salió tarde.
©2014 PSR
Me gustó mucho!!
ResponderEliminarYo entiendo esa alegría muy bien, yo viví ese momento y no tiene comparación, decidir con pasión un comienzo, un camino consigo mismo y fue una explosión de felicidad que salió con fuerza, mucha fuerza!
ResponderEliminarQue bonito es tener ilusión de algo.
ResponderEliminarMe gustó mucho, sigue así cariño.
ResponderEliminarUn festín de alegría.....envolvía a Marisela!!! Me gusto!!! Gracias por publicar!!! Saludos.
ResponderEliminarPatricia!!!!! Sublime ;)
ResponderEliminarhermosura total mujer, gracias por ese regalito tempranito
ResponderEliminarEsta vez no hago comentarios. Marisela parece feliz, al menos durante una noche, y con eso basta. Gracias por tus escritos. Siempre me llegan muy dentro.
ResponderEliminarLetra de mujer!!!
ResponderEliminarbonito relato, Marisela fue feliz, fue ella, el sol salio tarde por que gran luz de la que irradiaba ella, el sol se la transmitio.
ResponderEliminarMe gustó mucho!
ResponderEliminarGracias por compartir tanta belleza amiga Patricia Schaefer Roder
ResponderEliminarSiempre un placer leerte
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