LIBROS POR PATRICIA SCHAEFER RÖDER

¡Atrévete! Regala libros originales: A la sombra del mango; relatos breves. Yara y otras historias; 34 relatos, 34 sorpresas. Divina: la mujer en veinte voces; antología latinoamericana de cuentos. Andares; cuentos de viajes. Siglema 575: poesía minimalista; una nueva manera de vivir la poesía. Di lo que quieres decir: Antología de siglemas 575; resultados de los Certámenes Internacionales de Siglema 575. Por la ruta escarlata, novela de Amanda Hale traducida por Patricia Schaefer Röder. El mundo oculto, novela de Shamim Sarif traducida por Patricia Schaefer Röder. Por la ruta escarlata y Mi dulce curiosidad, novelas de Amanda Hale traducidas por Patricia Schaefer Röder, ganadoras de Premios en Traducción en los International Latino Book Awards 2019 y 2020. A la venta en amazon.com y librerías.

¡Encuentra mis libros en el área metro de San Juan, Puerto Rico! Librería Norberto González, Plaza Las Américas y Río Piedras; Aeropuerto Luis Muñoz Marín, Carolina.

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miércoles, 3 de febrero de 2016

ÓPERA


Obra magistral
creada por un genio
para hacer vibrar.

Palabra y música
convergen en un cuento
soñando verdad.

Escenas llenas
de voces y armonía
me llevan de aquí.

Real historia
de amor y desencanto
llena la sala.

Apasionados
arrebatan lágrimas
¡y un gran aplauso!


© 2016 PSR


miércoles, 13 de enero de 2016

COLOR


Cantos de vida
pintan vacíos con luz
sutil fragancia.

Onda armónica
por lagos montañeros
y playas sin fin.

Laura, sencilla
tu voz tiene mil tonos
de lluvia con sol.

Oros y verdes
llenan de tus acordes
el campo vivo.

Risas brillantes
floridos sentimientos
polifonía.


© 2016 PSR


miércoles, 15 de abril de 2015

C A M B I O


Concentrada en mí
siento, existo y amo
nazco hoy otra vez.

Altos y bajos
encuentro en el camino
nueva dirección.

Miradas blancas
llenas de mil ausencias
golpe de timón.

Buenas noticias:
a la vuelta hay música
perfume y color.

Intento subir
la jornada comienza
sí, lo lograré.

Obituarios hoy
del ayer y el pasado.
Al frente, la paz.


©2015 PSR

miércoles, 8 de abril de 2015

M A D E L I N E


Mujer y encanto
de trato fino y cortés
sonrisa abierta.

Apláudete hoy
invita a ver más lejos
del horizonte.

Dama genuina
esparces melodías
adonde llegas.

Eterno brillo
en tus cuencas castañas
tan picarescas.

Limpia mirada
desnuda de prejuicios
respira libre.

Íntegra y recta
avanzas con paciencia
¡nunca claudiques!

Niebla pasada
no opaca, no enfría
se desvaneció.

Eres música
tu océano es viento
tu puerto, luna.


©2015 PSR

miércoles, 18 de febrero de 2015

S E N T I R


Suave es tu aroma
de mieles, sal y sudor
entre mis brazos.

Enciende el ansia
tantas caricias nuestras
germinan amor.

Nutre mi cuerpo
tu aliento es música
baila conmigo.

Tibia es tu piel
inmersa en suspiros
que se desdoblan.

Invades mi alma
al fin veo el mundo
fundida en ti.

Rocío vivo
despide en mí tu boca
ven, calma mi sed.


©2015 PSR


miércoles, 24 de diciembre de 2014

P A Z (III)


Premio de vida
escondida y abierta
te encuentra mi alma.

Ansiosa bebo
tu brisa en acordes
tranquilízame.

Zurrón de nube
me das el gran arco iris
que me sosiega.


©2014 PSR

viernes, 14 de noviembre de 2014

 
Eres aquel suspiro que me dejó sin aliento. Te tuve un instante dentro de mí, para luego dejarte ir.

Eres mi reflejo refractado en un cristal sin tallar. Poco a poco vas cobrando tu forma inigualable.

Eres la melodía de mi corazón hecha eco sublime, la sonrisa hermosa que me ilumina la vida, tranquilizándome.

Eres una mariposa amarilla que, en paz con el universo, juega feliz en el azul de la tarde.

Eres el trayecto que te toca andar por ti misma. Nadie más lo puede hacer; aprovecha la  compañía que tendrás en algunos tramos.

Eres la osa valiente y fuerte en el bosque de nuestros antepasados. Eres la honestidad sin envoltorio: directa, contundente y real.

Eres la semilla de libertad que guardé para una siembra futura, la verdad de mi vida dibujada con carboncillos en un cuaderno de arte.

Eres tus metas y pasiones concentradas en un frasco de pintura, creando imágenes preciosas salidas de tus manos.

Eres la buena música hecha color y esperanza, la fragancia de la juventud que inunda los caminos solidarios.

Eres mil preguntas que me hago yo misma, sin saberlas responder. Eres balanza justa con platillos de infinitas formas.

Eres la flor más suave de todo el campo en primavera, el corazón inquieto que apoya y divierte a otros.

Eres mujer pura y sabia que comienza a desplegar el alma, abeja responsable de escoger las mejores flores.

Eres maravillosa y única; estoy orgullosa de ti y soy totalmente feliz cuando te abrazo.

Eres la risa sutil que pinta sonrisas en los demás. Eres la fantasía y la razón combinadas en la brisa del mar.

Eres la alegría genuina que no se deja vencer; no hay poder en el mundo que te la pueda quitar.

Eres el espíritu de lucha que no se cansa de intentar, junto a la paciencia inteligente que sabe dosificar el esfuerzo.

Eres la fusión de los aromas y las dimensiones más una, que te hacen irrepetible.

Eres todas las ilusiones enlazadas con una cinta dorada. La cinta se está abriendo y empiezas a volar...


©2014 PSR


miércoles, 17 de septiembre de 2014

H O Y



Hay que madrugar
el tiempo es aroma
se desvanece.

Otro día más
nueva oportunidad
me siento viva.

Ya no es luego
las notas efímeras
son el presente.


©2014 PSR

miércoles, 9 de julio de 2014

La sirena




La sirena divisó su playa a lo lejos. Seductora, rozaba el cuerpo entre las olas, posándose en la misma roca. Una vez más, cantaba enamorada. Entonaba notas mágicas que poco a poco se colaban entre mangles y palmeras, entre almendros y uveros, pasando traviesas por veredas y senderos, hasta la aldea de pescadores. En la oscuridad, la luna aún dormía como la gente del pueblo. La sirena cantaba y cantaba, segura de que pronto vendría a hacerle compañía. Su melodía dulce al fin tocó los oídos justos, que la esperaban cada mes con ansias y al mismo tiempo con tanta serenidad. Musitaba mirando la orilla, anhelando que apareciera. Entonces sucedió. Con la salida de la luna, una figura caminaba por la playa, comenzando a arrojar una leve sombra sobre la arena, mientras se acercaba al borde del mar. La sirena sintió el corazón latir más fuerte y en medio de su canto, la sonrisa se volvió más amplia. Había venido. Finalmente, la figura entró en las aguas, dirigiéndose hacia ella con la placidez de quien se reconoce en un espejo. La sirena se deslizó por la espuma ondulante, nadando hacia el divino encuentro. Llegó, e inmersa en el abrazo tan deseado, acarició su cabellera larga y plomiza, y la besó con infinita ternura en medio de la luz plateada que llenaba la bahía. De nuevo era noche de luna llena.

©2013 PSR  


"La sirena" aprece en A la sombra del mango por Patricia Schaefer Röder 
Ediciones Scriba NYC 2019 
ISBN 9781732676756 

Mención de Honor en los ILBA 2020 
 


miércoles, 28 de mayo de 2014

LA FIESTA


Marisela se vestía para la fiesta. Estaba emocionada, hacía tiempo que soñaba con ir a una fiesta grande como esa. Tenía mucha ilusión porque sabía que vería de nuevo a toda su familia, a todos sus amigos. Marisela se vestía con sus mejores galas, con colores brillantes y encendidos. Marisela se vestía para la fiesta. El espejo volvió a ser su amigo, ayudándola a maquillarse y peinarse con esmero para reflejar así toda la alegría, toda la felicidad que llevaba dentro. Mientras musitaba su canción preferida, se perfumaba y sonreía, dejando salir aquella luz que había vuelto a encender en su alma. Marisela se vestía para la fiesta mientras soñaba con su nueva vida, con su futuro un tanto incierto, pero suyo. Al fin comenzó la fiesta. Marisela brilló como nunca antes; rio, jugó, habló y bailó hasta el amanecer. Aquella mañana, el sol salió tarde.


©2014 PSR


miércoles, 14 de mayo de 2014

EL EVENTO, Patricia Schaefer Röder



        Lo había planeado todo con el mayor de los cuidados. Tuvo la idea un miércoles por la noche, cuando todos dormían cansados la rutina de la media semana. Antes había visto el anuncio en Internet, pero en aquel entonces no se atrevía a soñar algo tan audaz. Sin embargo, esa noche del miércoles, la envolvió un halo dulce y luminoso que ella identificó como el alma de la libertad, olvidada hacía demasiado tiempo. Esa caricia tibia, infinitamente placentera, le hizo abrir los ojos como nunca antes. En medio de la oscuridad de su estrecha vida, de pronto lo veía todo; podía discernir entre las cosas verdaderas y las apariencias, y el espíritu preso se percató de que aquel cerrojo tenía llave…y la llave la esperaba encima de la repisa, junto a todas las demás. Embelesada, disfrutó aquella sensación emancipadora en lo que quedaba de noche, y a la mañana siguiente se sintió más viva que nunca. Con una sonrisa amplia y brillante, se vistió y se arregló, soñando con el evento. Sabía que sería grandioso, que si asistía, sería una experiencia inolvidable. El ánimo la tenía flotando muy por encima de los cúmulos y nimbos, más allá aun de los cirros. Sintiendo sobre su piel ese sueño divino, la mente se le despejó y comenzó a analizar la situación. Serían sólo tres noches. Tres noches y cuatro días en los que le pediría a la niñera que durmiera en casa para acompañar a los chicos. Les dejaría varias comidas preparadas para facilitarles su ausencia. Un taxi la llevaría y la recogería del aeropuerto. Ella se quedaría con una amiga; aún le quedaban varias buenas amistades de la época en que vivió en aquella ciudad, más de diez años atrás. Entre varias líneas aéreas buscó la mejor tarifa en pasajes a Nueva York, hasta que encontró los que se ajustaban a su horario y su bolsillo. Así se fue acercando poco a poco a la meta. Resolvió todas las diligencias que tenía en lista desde hacía tiempo, escogió la ropa perfecta para el viaje, alistó todo en casa y dejó a los niños preparados. Llegado el momento de abordar el avión, suspiró pensando en sus hijos, pero al mismo tiempo tranquila de saber que ellos estaban bien y que se alegraban de que su madre al fin se decidiera a hacer algo solamente para ella. Aprovechó el vuelo para descansar su emoción de niña con juguete nuevo y al llegar a la Gran Manzana estaba llena de energía como cuando era adolescente. Aprovechó el tiempo al máximo; sólo hacía lo que quisiera. Estuvo consigo misma, disfrutando de su propia compañía. Recordó viejos tiempos y se aventuró a pensar en el futuro. Las ideas burbujeaban en su cabeza como la última sopa que había preparado tan sólo unos días atrás en casa. En medio del peor frío invernal, caminó por las amplias aceras de aquella ciudad que, a pesar del tiempo y la distancia, seguía siendo suya. Una por una fue encontrándose con sus amigas, reviviendo anécdotas, poniéndose al día con sus vidas, escuchando atenta y contando episodios de la suya. Probó algunos restaurantes nuevos y repitió en otros conocidos mientras se acercaba el instante que tanto había esperado. Una ansiedad primordial la embargaba; no recordaba haberse sentido así en demasiados años. Se dirigió al lugar con bastante antelación, hizo la fila junto a muchos más que tenían la misma meta esa noche. Después de pasar un rato observando en detalle todo cuanto la rodeaba, los porteros indicaron que la espera había llegado a su fin y la dejaron entrar al recinto en medio de la vaguada humana en la que casi se ahogaba. Llegó hasta su asiento, se quitó el abrigo, acomodó sus cosas de la mejor manera y se entregó a la butaca que la recibía amable. Miró todo; no quería perderse de nada. Deseaba que cada segundo, aquellas formas y colores quedaran impresos en sus retinas. Sentada allí, se dio cuenta de que los años no la habían cambiado, que su naturaleza era más fuerte que las circunstancias y que su esencia seguía intacta. Esos momentos la hicieron descubrirse de nuevo como la mujer apasionada que siempre le había caído tan bien; aquella a la que le brillaban los ojos tan solo por la emoción de vivir cada día. En medio de tantas sensaciones juntas, el corazón se estremeció con suavidad mientras el alma sonreía, satisfecha. De pronto, todo oscureció. Unos acordes triunfales inundaron la sala cubriendo todas las superficies, entrando por ranuras, pliegues y poros, haciendo temblar todos los músculos de su cuerpo. Entonces, el evento comenzó.
 
 
©2014 PSR
 
 
"El evento" aparece en A la sombra del mango, relatos de Patricia Schaefer Röder
 
A la sombra del mango, Patricia Schaefer Röder  
Ediciones Scriba NYC – Colección Tinglar 
ISBN: 9781732676756 
 
 
Mención de Honor en los ILBA 2020 
 
 

miércoles, 1 de enero de 2014

F I E S T A


Fin de año es
se abren nuevos libros
de tantos temas.

Impulso vital
para planes futuros
mil mariposas.

Entre la gente
florecen las sonrisas
en esperanzas.

Sabiduría
celebramos la vida
danzando unidos.

Tantos recuerdos
en álbumes eternos
que nos definen.

Algarabía
día y noche regalan
música al alma.


©2014 PSR



SIGLEMA 575

Un siglema 575 es un poema que se escribe en base a las letras de la palabra o palabras que definen su tema y que constituyen su título. El tema es libre y las palabras que lo definen forman el título, el cual queda representado como una especie de acrónimo, con las siglas separadas entre ellas por un espacio. Cada estrofa posee tres versos, de los cuales la primera palabra del primero debe comenzar con la letra correspondiente a la sigla que le toca. La métrica es 5-7-5, con rima libre. Por su naturaleza acrónima, las estrofas deben poder funcionar independientemente como un poema autónomo, y en conjunto, como parte de un poema de varias estrofas que gire alrededor del mismo tema. En un siglema 575 hay tantas estrofas como letras posea el título.

© Patricia Schaefer Röder, 15 de agosto de 2011.


jueves, 7 de noviembre de 2013

V I D A (II)


Vistes mi tiempo
de música y aromas
en finos tules.
 
Impertinente
das y quitas instantes
que no regresan.
 
Duermes tranquila
dueña de la existencia
señora de mí.

Astros y flores
respiran el aliento
de tu destino.
 
 
©2013 PSR



SIGLEMA 575

Un siglema 575 es un poema que se escribe en base a las letras de la palabra o palabras que definen su tema y que constituyen su título. El tema es libre y las palabras que lo definen forman el título, el cual queda representado como una especie de acrónimo, con las siglas separadas entre ellas por un espacio. Cada estrofa posee tres versos, de los cuales la primera palabra del primero debe comenzar con la letra correspondiente a la sigla que le toca. La métrica es 5-7-5, con rima libre. Por su naturaleza acrónima, las estrofas deben poder funcionar independientemente como un poema autónomo, y en conjunto, como parte de un poema de varias estrofas que gire alrededor del mismo tema. En un siglema 575 hay tantas estrofas como letras posea el título.

© Patricia Schaefer Röder, 15 de agosto de 2011.


miércoles, 29 de mayo de 2013

A L E


Alegre y bella
llenas la vida de luz
sin más excusas.

Lirios silvestres
flotan en la música
de tu corazón.

Es mi alma abierta
sin espacio ni tiempo
tu eterna casa.


©2013 PSR


miércoles, 11 de enero de 2012

A L M A


Ánima inmensa
iluminas mi vida
con tus colores.

Lucero y canción
que me das la libertad
de sentir, amar.

Mariposa fiel
desata mi espíritu
vamos a volar.

Amamántame
en tu luz de esperanza
y seré inmortal.



©2012 PSR


miércoles, 4 de enero de 2012

F U T U R O


Fresco se abre
delante de nosotros
con nuevos aires.

Un camino más
fácil, tortuoso y pleno
de mil paisajes.

Tanto que vivir
el tiempo que nos queda
…un solo instante.

Un día a la vez
convertimos la vida
en sentimiento.

Resplandecientes
de música y colores
creamos rutas.

Oasis de luz
y libre albedrío
para andar lejos…



©2012 PSR


miércoles, 28 de diciembre de 2011

F E L I C I D A D


Fiel solo a ti
es tu misión de vida
buscas la dicha.

En tu ser unes
mil hebras de colores
luces brillantes.

Limpias el alma
de mentiras, rencores
quedando pura.

Inquieta y libre
nos contagias a todos
bella plenitud.

Corazón amplio
henchido de emociones
sonrisa inmensa.

Invitas a andar
por este mundo grande
ayudándonos.

Dudas, nunca más
armonía divina
das tranquilidad.

Artista innata
rima mis versos nuevos
con tu música.

Dime que vienes
y respiraré libre
suspirando hondo…



©2011 PSR



miércoles, 12 de enero de 2011

RITMOS

Vibraciones
música añorada
espíritus danzantes
me guían seguros
por las intrincadas veredas
de los sentimientos.

Rumores
música del alma
sueños secretos
sensaciones divinas
me invaden
por completo.

Sonidos
música pura
sinfonía natural
orquesta de agua, palos y rocas
fluyendo sin fin
apoderándose de mí
dejándome atrapada
por voluntad propia
me rindo en su lecho
deliciosamente.

Susurros
música íntima
tan esperada…
Tu voz y el viento
en mis oídos
en la piel
mil suspiros
tu aliento y el mío
fundidos en un acorde
espontáneo
inseparable.

Armonía
música soñada
perfección en su esencia
prístina como la nieve nueva
cristalina
completa presencia.

Melodía
música vivida
dulces anhelos
deseos prohibidos
nos seducen
arrastran
haciéndonos volar
muy alto…
pasando cualquier límite
deshaciendo los controles
en nuestra vida
continua
real
preciosos recuerdos
ansiado futuro
toda una existencia
más allá del tiempo
sin final.

Música
infinitos acordes
universo de colores
palpitan en mis entrañas
estimulando
provocando
desbocando mi corazón
liberando mi espíritu
calmando mi alma…


©1993 PSR

miércoles, 24 de junio de 2009

ENSUEÑOS MUSICALES: QUINTA ANAUCO

Puedo cerrar los ojos y evadirme cuando lo deseo. De las zarabandas a las fantasías musicales sólo hay un paso, y a veces, mucho menos que eso. Me desprendo de mi ser físico y de mi estar allí, y puedo esconderme en un acorde de cualquiera de los instrumentos que suenan.

Los movimientos constantes de las personas a mi alrededor me molestan, así como el ruido de la puerta que se abre y se cierra con fuerza, y el de los brazos abanicando con el programa de turno por el intenso sopor. Prefiero huir una y otra vez; y tantas veces como sea necesario, dejando mi cuerpo allí, y volando con mi alma a otro lugar lejano.

Es como la consumación de un viaje astral; la separación del ente físico y el espiritual, flotando por espacios multicolores y multidimensionales. No puedo detenerme ni siquiera para aplaudir; lo inmaterial de mi ser quiere seguir meciéndose en ese vacío pleno de sensaciones visuales, auditivas y hasta táctiles; porque es como si la música me tocara por dentro y revolviera mis entrañas, dando afinación a cada una de las fibras de mi alma.

Bulle en mí una necesidad imperiosa de liberar todos esos sentimientos que normalmente naufragan en mi ser y que siento que en algún momento me van a destrozar el pecho y la mente. Así que, aunque lo quiera o no, debo dejarlos salir a flote para que se salven y a la vez me ayuden a salvarme a mí misma de las tinieblas de la incertidumbre y el desamor.

La música llena todos mis espacios; internos y externos, reales e imaginarios. Me llena por completo sin dejar ningún resquicio que escape a ello. Es magia. Mi cuerpo se encuentra atrapado en esta pequeña sala llena de gente, cada uno con su pasado, sus problemas y su futuro incierto. Mi cuerpo tiene calor y no puede salir en este instante a tomar agua ni aire fresco. Pero mi espíritu se eleva por encima de las cabezas de las demás personas y se deleita danzando al compás de esta celestial música del Renacimiento y del Barroco temprano, perfecta para relajarnos en cuerpo y mente, y escapar momentáneamente de todas las ataduras terrenales que a veces nosotros mismos nos creamos.

El salón en el que está mi cuerpo es muy pequeño, con insuficiente espacio para albergar a tantas personas que decidieron darse cita hoy para compartir la antigua música de mis antepasados. El próximo concierto lo deberían dar en un sitio más grande, porque ya sea por curiosidad o conocimiento, se sabe que hay mucha gente interesada en pasar un rato deleitándose con estas ancestrales melodías tan bellamente interpretadas por estos magníficos músicos.

Sin embargo, en la intimidad de este recinto y a pesar de la gente a mi alrededor siento mi alma renacer, reconstituirse y elevarse hasta las más altas cumbres, y más allá aún, para ser una con el sol y las estrellas. En ese momento, plena de energía veo a mi alrededor y me percato de que la felicidad está donde queremos que esté; somos nosotros quienes la llevamos de un lado a otro en nuestros corazones, siempre en nuestro ser formando parte de la esencia misma de la vida. ¡Pero cuán difícil se nos hace a veces encontrarla, reconocerla! Cuántas veces la hemos tenido cerca y no la hemos visto; no siempre fuimos capaces de acercarnos y tomarla de la mano, y dejar que se expandiera dentro del espíritu, del alma tan magullada en algunas oportunidades.

Por eso me desentiendo de mi cuerpo y de mi entorno al escuchar estas melodías, por eso soy tan afortunada de encontrarme aquí y ahora con la felicidad que a veces se me quiere esconder en el camino, que de vez en cuando pareciera querer jugarme una mala pasada y hacerse la desentendida conmigo. Pero en este instante, al flotar junto a ella en mi universo musical, llego a creer que no la dejaré escapar nunca más...

Patricia Schaefer Röder
18 abril 1993
Museo de Arte Colonial Quinta Anauco, Caracas
© 1993 PSR