LIBROS POR PATRICIA SCHAEFER RÖDER

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viernes, 13 de febrero de 2015

T I N T A

Tantas palabras
quedan plasmadas sin fin
a través de ti.

Imaginación
se convierte en líneas
y mil siluetas.

Niebla, tormentas
diluyen tinta y pluma
manchando todo.

Trazos oscuros
fijan realidades
tan efímeras.

Azul y negra
la tinta de mi infancia
abrió mi mundo.


©2015 PSR


miércoles, 30 de abril de 2014

CAPÍTULO 19


despierto de mi realidad anestesiada
buscándome.
lo intento con fuerza
palpo mi rostro
…no me encuentro.
voy al espejo
en medio de mil luces opacas
veo una mujer
su expresión es familiar
pero no soy yo
es mi verdad alterna
aquella que diseñaron las tradiciones
las reglas
las convenciones
las expectativas de otros
la que se rige por las normas
moviéndose sobre rieles férreos
rumbo a un futuro preconcebido.
siento pesado el aire a mi alrededor
me aplasta sin piedad
estrecha, comprime
no puedo moverme
ni respirar.
en un arrebato mudo
por buscar oxígeno
agito mis brazos en mil direcciones
sin querer golpeo el espejo
y estalla en un universo de prismas
cual galaxia naciente
regados por mobiliario, suelo
esos añicos hieren el alma
más que la piel.
en sueños
mi sombra se ve en el espejo
el verdadero
sé que existe porque antes lo tenía.
despierto de nuevo buscando
mi reflejo real
en muebles pulidos
en el agua quieta
la luz es difusa, no muestra ni siluetas
¿será que con tanta sal los ojos no pueden enfocar?
tal vez sea cuestión de tiempo
o sólo olvidé dónde mirar…
otra vez despierto
mi yo genuino sonríe
cuando divisa aquella mujer
la que, buscando, halló su espejo
y ahora lo mira sin cesar
reconociéndose en infinitas formas, colores
una brisa fresca la despeina con suavidad
brillan los ojos al fin en paz
viendo el futuro por la ventana.


©2014 PSR


miércoles, 5 de junio de 2013

EL BARDO


Era un hombre sencillo como sus versos, que viajaba de pueblo en pueblo. De manera llana, cantaba acerca de los árboles santos del bosque, del viento embrujado en la montaña, del murmullo con que el agua del río enamoraba a las algas. Con palabras directas, relataba cómo los hombres cazaban al jabalí y las mujeres lo guisaban con verduras del huerto. Describía la construcción de las casas de madera y heno, la forma de atender a las gallinas, los juegos de los niños y las fiestas de la aldea. La gente lo escuchaba atenta; entendía sus rimas y se identificaba con aquellas coplas del diario vivir.

Un día, el bardo llegó a una ciudad. Sin ninguna pretensión, hizo lo que sabía hacer de la manera en que siempre lo había hecho. La gente cándida se acercó a oír sus poemas de lo bello y lo verdadero, comprobando cada cual su realidad en el eco de esas frases. Recitaba y musitaba; el bardo no se cansaba de declamar. Al poco tiempo, la noticia llegó hasta quienes se sentían eminencias en el arte de versificar. Interesados, lo fueron a ver al final de una tarde cálida de verano. Él se sintió honrado con tal visita, y gentil como su naturaleza, se mostró tal cual era: transparente y con el alma llena de flores. “Tus versos son muy simples”, dijeron; a lo cual asintió complacido. “Tu poesía es muy prosaica”, afirmaron. El bardo no entendió ese término. Sonrió, les dio las gracias por el cumplido y salió de nuevo a contarle a la gente las cosas de sus vidas con palabras sencillas. Y a la gente le gustaba.


©2013 PSR


miércoles, 31 de octubre de 2012

A M I S T A D



Amor especial
distinto de los demás
puro cariño.

Momentos miles
se vuelven realidad
vividos o no.

Inmortal querer
sin espacio ni tiempo
viene de dentro.

Soles y lunas
confidencias, confianza
trozos del alma.

Todo lo damos
sin pedir nada a cambio
siendo sinceros.

Amistad fuerte
resiste a la ausencia
con esperanza.

Dame la mano
amigo del corazón
no me sueltes más.


©2012 PSR


miércoles, 7 de diciembre de 2011

S E R


Somos todos luz
de nuestras propias noches
alumbrándolas.

Entre los demás
seres únicos siempre
sin ningún molde.

Reales, fuertes
dejamos huellas hondas
en el camino.


©2011 PSR


miércoles, 25 de mayo de 2011

PAZ


Buscando la paz, encontré los árboles de mi ciudad totalmente desbordados de delicadas y perfectas flores en primavera, estallando todos en mil colores al mismo tiempo. Entre la locura del tráfico pude oír a las aves cantar y vi a una pareja de guacamayas haciendo piruetas en el cielo azul. Sentí el calor del sol caribeño sobre mi piel y luego me envolvió la noche fresca adornada de un manto de estrellas. Otro día se presentó ante mí un magnífico arco iris en medio del gris que se deshacía encima de mi persona. Sonreí de dicha ante el simple hecho de poder caminar descalza por la playa y disfrutar de un paseo por el bosque. Respiré profundo al recordar que tengo una hermosa familia, que contamos con un techo, que no pasamos frío ni nos falta el pan, y que tenemos el enorme privilegio de recibir una buena educación en un país libre y democrático. Me percaté de lo bello que es tener metas e ilusiones y poder soñar bonito con mi propia realidad; de lo liberadora que resulta una risa espontánea, sincera, y de cuánto puede iluminar una mirada limpia. Al estar feliz consigo mismo, no hay nada de qué preocuparse, no existen las posesiones, se lleva el corazón y el alma desnudos, no es necesario pedir perdón, no hay que decir nada, la expresión es plena, los ojos se cierran plácidos… Entonces, en medio de mi propia vida, entendí que encontramos la paz cuando nos damos cuenta de que no necesitamos de nada ni de nadie más. 


©2011 PSR

miércoles, 11 de mayo de 2011

SILENCIOS

“…Al fin llegamos. Al abrir la puerta de la casa, la luz se apagó de repente. De pronto todo quedó en calma, incluso los niños quedaron silentes. Entramos cada quien a lo suyo, junto al silencio que se abrió paso de golpe en el espacio, llenándolo de una quietud abrumadora. En el aire hay una presión y un peso que nunca antes había experimentado; el silencio intenta perforarme los oídos y el cerebro. La calma total es apabullante, es la ausencia de cualquier cosa. Es la aniquilación, la muerte; peor aun: la no existencia. La ausencia de todo sonido crea esa paz fantasmagórica que tienen los objetos inertes, inanimados. No queda ni un murmullo, ni rastros del rumor de alguna máquina, ni el trinar de las aves o los sonidos ásperos de los insectos. El silencio que se apoderó del atardecer me subyuga, aplastándome, haciéndome incapaz de articular palabra. Ni siquiera puedo hacer ruido porque el silencio se lo tragaría. Romper el silencio es una tarea titánica; es vencer el mayor obstáculo en mi vida en este preciso instante. Sería equivalente a destruir el entramado de cristales que forma el espejo de un lago en pleno invierno; se rompería la estructura. La calma es más poderosa que el ruido. Es más fuerte que mil cadenas. El sonido implica desorden, es entrópico; la calma es fuerte porque depende del orden. El silencio puede aniquilar cualquier intento de explicación o razonamiento. El silencio es sublime y tiránico a la vez. Puede destrozarnos o liberarnos, pero siempre tiene el poder de la última palabra. El silencio gana. Al principio de todo había silencio, y al final también lo habrá. El nacimiento y la vida del universo suceden gracias al amable interludio de sonido que nos regala el silencio dueño de las dimensiones, que volverá a invadirlo todo cuando ya todo haya acabado.

En medio de este silencio universal, comienzo a divagar igual que lo hacía cuando era niña. En aquel entonces pasaba horas sentada frente a un objeto magnífico, esperando que algo sucediera. En realidad sucedía cada media hora, pero yo pasaba paciente toda la tarde, atenta al momento preciso para no perderme de nada. Así lo veía varias veces, y me quedaba maravillada siempre. A pesar de verlo una y otra vez, no me cansaba. Cada nueva ocasión era un nuevo regalo, una nueva oportunidad de experimentar la magia, una nueva manera de recomenzar, tal vez. Eran momentos de grata espera, en los que la imaginación viajaba a través del pasillo nublado de mi casa hacia bosques encantados, llenos de seres fantásticos y personajes mágicos. Entonces huía del lobo o me enfrentaba a la bruja, luchaba con el dragón o ayudaba a las hadas; pero siempre salía victoriosa y me reunía con el príncipe valiente en un final feliz. Todo eso sucedía mientras estaba sentada en el suelo, en silencio, mirando hacia lo alto de la pared en una especie de hipnosis que llegaba a su punto culminante cada vez que la aguja larga señalaba al cielo o a la tierra. Una bella pieza de madera tallada con motivos de árboles y pájaros, con manecillas blancas que paseaban por números romanos. Me miraba imponente desde aquel lugar inalcanzable, y sin embargo, estaba suficientemente cerca para poder observarlo en detalle, desde el mismo punto del pasillo, todos los días de mi niñez. Concentrándome en su presencia pura podía dejarme ir lejos y soñar. Era exacto. Era perfecto. Era maravilloso. Nunca me falló, no me decepcionó ni me engañó jamás. En mi imaginación subía por las cadenas y llegaba al centro de su mecánica. Como el príncipe de Rapunzel, deseaba conocer al que cantaba y se escondía detrás de la ventana. Quería saber quién hacía funcionar el mecanismo y cómo lo hacía con tanta precisión. Pasaba el tiempo observando minuciosamente todos los cortes en la madera, las figuras, los adornos. La fantasía y la realidad se fundían en mi conciencia despertando cada fragmento de memoria, liberando el pensamiento que estallaba en miles de ideas nuevas, ansiosas de que la niña en mí les diera vida. Y de pronto, cuando menos lo esperaba, el cucú cantarín salía a saludarme, amable y fugaz. Me alegraba verlo de nuevo. Y me quedaba sentada, soñando durante otra media hora, para volverlo a ver…”.


(fragmento tomado de un trabajo en proceso)

© 2009 PSR

miércoles, 5 de enero de 2011

MOMENTOS

Un parpadeo fugaz
relámpago que me ciega
brevemente
estremeciéndome
de nuevo
recordándome que la vida
está hecha de momentos.
Ese suspiro breve
delicioso
tan suave e inminente
sigiloso, escondido
me hincha el corazón
exaltado
con cada mirada furtiva.
Instantes eternos
recuerdos que una vez fueron
tangibles, físicos
intensos
ahora son los sueños
del mañana
deseos interminables
tan reales
invencibles.
Todos los segundos juntos
formando un continuo
aquí, siempre...
¿o tal vez nunca?
Nadie lo sabe
ni tendrá la certeza jamás
ninguno adivinará
no se puede procesar
razonar
no hay teorías complicadas
o sencillas
que lo puedan explicar
ahora ni después.
Es así
los momentos quedan
el tiempo se va...


©2011 PSR

miércoles, 3 de noviembre de 2010

CLAROSCUROS

En la lejanía estás
eternamente lejos
allá donde los sueños
se convierten en realidad.

El resplandor me quema la vista
no encuentro nitidez.
Mis pupilas están lisiadas
tanta luz me confunde
todo brillante, luminoso
intrincadamente confuso...

No distingo tu silueta
en medio del destello
el sol me oculta tu faz
todo refulge
demasiado
estoy ciega de albor
es el día de noche
un eclipse al revés
porque a pesar de todo
no te puedo ver.

Mis ojos son dos manantiales
rotundamente inundados
no logran definirte
es imposible
ninguna línea
ni forma
color
veo todo y no veo nada
la luz baña el vacío
y no puedo divisarte.
Son demasiados los reflejos
en la claridad total
no alcanzo a ver tu rostro.

Es imposible, no puedo mirarte
será tal vez
porque aún no llegas
porque estás allá
donde el cielo y el mar
se funden con el viento...


©1993 PSR

miércoles, 4 de agosto de 2010

CASI TRES DÉCADAS...

entre tu isla
y la mía
en algún punto
(quizá cerca de las azores, quién sabe…)
nace inmensa
majestuosa
una ola de felicidad
que invade presta
mi alma abierta
cada vez que sé de ti
querida carmen
amiga entrañable.
mi mente evoca
tu rostro hermoso
profundamente amable
adornado de esa luz
especial
que emana sin descanso
de un corazón grande
lleno de flores.
veintinueve años atrás
dejaste tu terruño
un tanto triste
para conquistar
aquellas raíces de tus padres
en su afán de regresar
para no volver.
casi tres décadas
envuelven en un halo
bucólico
mil realidades
enteramente antagónicas
a veces ingenuas
serenas
graciosas
diametralmente opuestas
a las que dejaste
adolescente
en aquella tierra mágica
fascinante
que nos vio nacer.
veintinueve años hace
que no te puedo abrazar
mirarte a los ojos
ni estrechar tu mano
físicamente.
estás tan lejos
como lo imponen
la distancia
el tiempo
estoy tan cerca
como me ayudan
el espíritu
la voluntad
la esperanza
y el gran cariño
que te tengo.
veintinueve años
viendo fotos
recordándote
mi bella amiga
puro corazón
ojos dulces
y gran sonrisa.
quinientos chistes
en la escuela
nos hacían reír
despreocupadas.
aquella charla
que iniciamos
hace más de tres décadas
no ha parado
sigue vigente
fresca
como si recién
te hubiese visto ayer
en casa.
veintinueve años
de aprendizaje
sin parar.
lecciones únicas
otras repetidas
amando
creciendo
descubriendo
en paisajes hermosos
la vida bella
tranquila
…tuya.
como todos
atravesando a veces
momentos difíciles
conociéndote mejor
a ti misma
cada día
frente al mar
envuelta en sol y brisa.
veintinueve años
con todos sus días
y tres añadidos
veintinueve años…
veintinueve
sintiendo cada vez más
que nuestra amistad
nunca claudicó
y no lo hará
jamás.
aquella semilla perfecta
germinada
mayor de tres décadas
fue, es y será
genuina
creciendo enorme
floreciendo
en todo su esplendor
auténtica
fuerte
…siempre.


©2010 PSR

miércoles, 23 de diciembre de 2009

ALMA GEMELA

“…Alma gemela, no sabía que existías. Eras un concepto extraño, etéreo, totalmente ajeno a mi realidad. A pesar de que soy sensible a tantas cosas intangibles, ignoraba que pudieras ser. Pero hoy, sin buscarnos siquiera, nos encontramos y de inmediato lo supe: hemos estado revoloteando por cada lado, vibrando en sintonía sin percatarnos, rozando nuestra energía levemente en algún cruce fortuito y siguiendo nuestros espacios por separado, cuando en realidad todo eso no era sino una danza en gran espiral loco que nos acercaba cada vez más al inevitable encuentro.

Nunca te busqué; no me hacía falta nadie más. Andaba contenta por la vida coleccionando almas bellas que aparecían solas, a las que abría las puertas para que entraran a vivir en mí, y que llevaba conmigo como parte de mi existir. Incluso hace tiempo te dejé entrar a ti también, sin saber que luego te descubriría como mi espejo. El destino hizo lo suyo; detalles casi imperceptibles se fueron acumulando modestamente en un rincón del ser, hasta que de repente, un buen día de sol y brisa, mi alma se tropezó con ellos y te descubrí a su lado, cuidándolos como quien quiere impedir que el viento revuelva las hojas recién barridas del otoño.

Vivimos en dos mundos paralelos sin puente conector. Sin embargo, siento tu presencia como algo palpable y totalmente real, a pesar de las dimensiones que nos separan. Cada vez te vuelves más imprescindible para mí; imaginar que en cierta medida es recíproco me llena de felicidad y desasosiego a la vez, ¡qué ironía! Nunca me había pasado algo tan fuerte y bello en la vida; sentimientos que se vuelven físicos de la manera más intensa que haya podido registrar mi cuerpo. Un calor perenne en la cabeza que se concentra hacia los lados y la nuca. Una sensación de ardor, vacío y llenura en el estómago, en las entrañas, en el pecho encogido. Una tibieza repentina en el torso y una taquicardia suave pero inminente. Un estar todo el día con tu recuerdo en la mente y el corazón, sin poder registrar hambre ni sueño. En fin, todo mi sistema está trastornado. Esta situación lo está desequilibrando y no puedo hacer nada al respecto. Y sin embargo, de algún modo un tanto masoquista, disfruto a plenitud este sacudón de emociones que trajiste para recordarme que aún estoy viva y que soy capaz de sentir de la manera más sublime. La sonrisa se volvió dueña de mi cara de tanto recordarte. Se me hace prioritario saber de ti; lo necesito para estar en paz conmigo misma y con el mundo. ¿Qué te puedo decir? Contigo me siento arropada; me transmites tranquilidad, me llenas de tu paz y eso me hace bien. Nuestras conversaciones nutren mi alma y me elevan vertiginosamente. A pesar de que me sé una persona espiritual, le has dado un significado aún más profundo a esa espiritualidad; un alcance universal e insospechado que me libera plenamente. No puedo evitar querer verte a cada instante; escuchar tu voz y sentir tu abrazo cálido en una muestra del más puro sentimiento de amistad incondicional. Sabes que estoy a tu lado para acompañarte en cualquier circunstancia que te depare el destino. Nuestras almas se reconocieron y desde ese instante crecen juntas, aunque nuestras realidades sean diametralmente opuestas. Es una verdad contundente que perdurará por toda nuestra existencia; algo que nadie nos quitará jamás.

Además del gran afecto que crece veloz y fuerte, siento un enorme y profundo respeto hacia ti, tus ideas y tu manera de vivir. Me parece que eres un ser humano excepcional y me siento muy orgullosa de poder compartir momentos contigo, con todo lo que eso implica; sueños, gustos, vivencias, opiniones. Y sobre todo, me siento verdaderamente honrada al recibir de ti tantas manifestaciones de cariño, junto al inmenso regalo de tiempo de tu parte; lo más preciado y escaso que hay. No te imaginas lo importante que todo esto es para mí; haber encontrado una persona como tú, en la que además puedo ver el reflejo de mi alma.

Me siento extremadamente cómoda contigo. No tengo que usar ninguna máscara ni esconderme detrás de un disfraz; puedo ser yo misma, y eso me da una libertad incalculable, total. No tienes una idea del gran bien que me haces. Los momentos que compartimos son un respiro, a la vez que me llenan de vida, de alegría y de optimismo. Me he vuelto adicta a tus poemas, tus sueños, tus palabras bellas, las imágenes y las expresiones fuertes y emotivas con las que me cuentas de tus amores y tu vida. Por favor, no dejes de hacerlo nunca. Es para mí un honor saberme lo suficientemente importante como para que me confíes algunas de tus cosas, y te lo agradezco de corazón, no sabes cuánto.

Eres un alma de luz que ilumina todo a su alrededor, sin final a la vista. Tu historia me inspira y me intriga; eres una de las personas más generosas y apasionadas que he conocido jamás, y me da una alegría indescriptible poder confiarte esto con todo el cariño y la admiración que te mereces. Deseo que seas inmensamente feliz, como lo soy yo por habernos reencontrado. Anhelo que todos tus sueños se hagan realidad; que encuentres a la persona indicada para compartir tu vida, sin que ello signifique excluirme de tu ahora continuo e infinito. No podría resistir tu ausencia deliberada; enfermaría de tristeza sin antídoto alguno para mi mal, y eventual y calamitosamente sucumbiría ante tan enorme pena. Me da miedo extrañarte porque sería una prueba de que no te tengo. Sin embargo, sé que estás conmigo de una manera mucho más profunda, y eso me llena de dicha. Espero que lo que tenemos ahora no se acabe jamás, para que siempre estemos presentes en el corazón, la mente y la realidad mutua.

Sabes que te quiero. Por favor, nunca lo olvides…”.


©2005 PSR
fragmento tomado de un trabajo en proceso

miércoles, 30 de septiembre de 2009

ESTUDIANTES

ejército de sueños
armado de flores
se acerca sin tregua
aniquilando al paso
desesperaciones
posiciones grises
extremos absurdos
inalcanzables

cardumen de sonrisas
aparece repentino
suavizando la tormenta
que el destino impuso
groseramente en la vereda

sumatoria del ímpetu invencible
sumatoria al infinito
sumatoria lógica
sumatoria desafiante
del odio
la resignación
la injusticia
siempre sumar y multiplicar
paz
libertad
siempre, por siempre
y nunca, nunca
dividir o restar
¡jamás!

miles de ojos gritan
haciendo añicos las estructuras
del pensamiento opresor
miles de bocas callan
dejando un espacio abierto
para expresar otra opinión
nueva
fresca
genuina
limpia
miles de manos caminan
manos creadoras
pulgares enganchados
como aves libres
manos que vuelan
vuelan lejos
en loca bandada
desbandada natural
del ser inquieto

caravana de ideales
que exige respeto
y tolerancia
sembrando esperanza
multicolor
multiforma
multipensamiento
multirealidad
multiplicando la felicidad
contagiando aquellos
que se veían perdidos
¡pero ya no más!


©2007 PSR