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miércoles, 19 de febrero de 2014

CORAJE

Hoy despertamos de una larga anestesia
con el ánimo renovado
sacudimos la decisión
y como mariposas multicolores
un millón de ganas
de volver a vivir con dignidad
alzaron vuelo.

Hoy abrimos los ojos
a la más cruel realidad
de nuestra historia usurpada
un veneno que nos ahoga
inclemente
como el gas que impunes nos lanzan
invadidas las entrañas
mermando sus funciones.

Hoy nos percatamos
del tiempo que se escurrió
entre las vidas de valientes
como Brito
Génesis
Bassil, Roberto, Juan…
hermanos estoicos
que se mantuvieron firmes
hasta el final.

Hoy sentimos en nuestra piel
el abuso sádico
burlesco
de quienes antes
habían jurado
defendernos con honor
y de aquellos que prostituyen
nuestra herencia
sin piedad.

Hoy tenemos valor
coraje del bueno
para avanzar entre las ruinas
de un país violado
repetidas veces
sin tregua
por una banda diversa
de vampiros chulos.

Hoy rescatamos nuestro aliento
haciéndonos más fuertes
juntos sanaremos
buscando el mejor progreso
por voluntad propia.

Hoy
junto a los estudiantes
plantamos firmes los pies
en el futuro limpio
de nuestra patria noble.

Hoy sabemos bien
que en este juego definitivo
quien se canse de primero
perderá sin revancha y sin remedio
pero hoy por hoy
recordemos siempre que somos venezolanos
¡y nos gusta mucho jugar!


©2014 PSR


miércoles, 27 de marzo de 2013

ESTUDIANTES



Entre el gran pueblo
bulle una masa unida
de almas puras.

Solos al frente
no temen a las armas
van adelante.

Tozudos luchan
por su patria hermosa
…la de nosotros.

Universales
siempre democráticos
sus ideales.

Dignos y libres
defensores de la paz
en plena guerra.

Imaginación
y más creatividad
que no termina.

Alegres sueñan
con un futuro pleno
de cosas buenas.

Nada los para
debemos apoyarlos
como uno solo.

Tristeza a un lado
cerrarán las heridas
todos ganarán.

Exigen verdad
respeto y educación
para la gente.

Sigan la senda
del doce de febrero
¡a La Victoria!

  
©2013 PSR


miércoles, 16 de enero de 2013

CONSTITUCIÓN, DEMOCRACIA Y LIBERTAD



Caracas, 23 de enero de 1958. En la Maternidad Concepción Palacios nacieron hoy al mediodía las primeras trillizas del año, a quienes sus orgullosos padres les dieron los nombres de Constitución, Democracia y Libertad.

Eran tres bebés preciosos; los más lindos y rozagantes que nacieron ese día… ese mes… ese año. Con facciones amables y sonrisas perennes, tenían los ojos grandes y expresivos, y se maravillaban ante todo lo que descubrían.

A lo largo de los años, junto a su hermosa familia, las tres hermanitas fueron creciendo bellas, fuertes y sanas. Asistieron a la escuela pública Domingo Faustino Sarmiento en Maripérez, donde además de lengua y matemáticas, aprendieron sobre los símbolos patrios, las costumbres y las tradiciones de su bello país.

Como a tantos venezolanos, a las trillizas les encantaba ver Radio Caracas Televisión con sus padres y sus dos hermanos. No se perdían las novelas ni mucho menos la Radio Rochela, con sus parodias de la cultura y la política; siempre las comentaban en casa y con los amiguitos.

En aquellos tiempos, la familia de las tres niñas vivía en una Caracas tranquila, a pesar de su crecimiento constante. Los fines de semana visitaban el Paseo Los Próceres, el Parque del Este, el teleférico, la playa, iban de excursión por los Altos Mirandinos al Embalse La Mariposa, o a los pueblos del Junquito o la Colonia Tovar en Aragua, o sencillamente se quedaban en la ciudad para disfrutar la vida cultural de la capital.

Constitución, Democracia y Libertad fueron al Liceo Andrés Bello, donde estudiaron álgebra y literatura, ciencias naturales, física y química; y sobre todo la historia de su patria y el bravo pueblo que la habita, y también aprendieron sobre el resto del mundo y los países que lo forman. Al terminar la secundaria, Constitución se graduó de Bachiller en Humanidades, mientras que Democracia y Libertad se recibieron como Bachilleres en Ciencias. Las tres hermanas continuaron sus estudios en la Universidad Central de Venezuela.

Constitución estudió leyes, Democracia estudió Arquitectura y Libertad estudió Biología, graduándose todas en 1981. Eran estudiantes brillantes, trabajadoras y bellas. Tanto en la universidad como en las fiestas, los muchachos siempre se sentían atraídos por las trillizas, como un enjambre de abejas en busca de miel. Invariablemente, cada vez que algún chico se presentaba y les preguntaba sus nombres, ellas respondían a coro: “¡Constitución, Democracia y Libertad, aunque no lo creas!”, a la vez que le regalaban tres preciosas sonrisas. Nunca les faltaron pretendientes…

Así, llegó el momento en que comenzaron a tener novios formales. Constitución se enamoró de un compañero de clases de tipo muy varonil y con un carácter bastante fuerte, que a ella le atraía mucho. Democracia salía con un ingeniero petrolero que ya trabajaba en PDVSA con un sueldo bastante bueno y Libertad estaba con un estudiante de periodismo que además era poeta. Todas se casaron en el ‘83 y, sin dejar de trabajar en sus profesiones, tuvieron hijos.

Pasaba el tiempo, los niños de las trillizas crecían junto con el país, que en medio de sus altos y bajos políticos, económicos y sociales, les ofrecía todas las posibilidades del mundo, del primer mundo. La hija mayor de Democracia tocaba el violín en el Sistema Nacional de Orquestas Infantiles, el hijo de Libertad aprendió a tocar el cuatro y la mandolina en la Fundación Bigott, mientras que el hijo menor de Constitución jugaba beisbol con los Criollitos de Venezuela.

Todo andaba de mil maravillas, o al menos así parecía. Las tres hermanas siempre fueron muy unidas, apoyándose mutuamente en toda situación. Sin embargo, la tragedia tocó a sus puertas un martes 4 de febrero de 1992, cuando Democracia fue secuestrada muy temprano en la mañana, camino a su trabajo. Al principio, los raptores exigieron una suma impagable y luego no se volvieron a comunicar más con los familiares, que quedaron devastados, sin noticia alguna. Ahora, los hijos se crían solos con su padre, que al menos cuenta con la ayuda del resto de la familia.

Más o menos para el mismo tiempo, el esposo de Constitución comenzó a maltratarla verbal y físicamente cuando estaban solos. Ella no entendía su comportamiento y buscaba excusarlo de cualquier manera, hasta que, dolorosamente, se fue percatando de que el matrimonio perfecto que le mostraban a los demás era sólo una pantalla que ella seguía manteniendo por su eterno miedo al qué dirán. Con los años, las faltas de respeto, los golpes y las violaciones que sufría se tornaron rutinarios, hasta que un buen día, Constitución no pudo volver a levantarse del suelo, desangrándose internamente. La policía no intervino, y el marido está como si no hubiese pasado nada.

En cuanto a Libertad, encontró el fin una tarde de mayo el año pasado, cuando le robaron el carro y sus pertenencias a punta de pistola en el estacionamiento de un centro comercial. Según lo que cuentan algunas personas que presenciaron el asalto, ella salió del carro y les dio las llaves y el bolso entero a los maleantes, rogándoles que no la mataran, que tenía un hijo, que la dejaran ir, pero ellos, con los ojos rojos y riéndose a carcajadas la balearon siete veces.

Los padres y los hermanos de las trillizas aún no terminan de entender qué fue lo que pasó con aquellas tres mujeres valientes, honestas, inteligentes, luchadoras y hermosas, venezolanas en toda la extensión de la palabra. Lo único que sienten ahora es un inmenso vacío dentro del pecho…


©2013 PSR



miércoles, 17 de octubre de 2012

REVELACIÓN



Era su derecho, pero también su deber. Así se lo habían dicho, desde que tenía memoria. Creció sabiéndose parte de un sistema un tanto curioso, pero que parecía funcionar. Cada cierto tiempo, un carnaval frenético protagonizado por figuras circenses destruía su tranquilidad, invadiendo todos los aspectos de su vida y la de los demás, empujándolos inexorablemente a protagonizar aquel rito que tanto conocían. Una y otra vez se repetía la misma historia; el espectáculo se desarrollaba con mayor o menor júbilo para terminar invariablemente igual. No había sorpresas, de antemano se sabía cómo sería el desenlace. Y sin embargo, la inercia le empujaba a participar una vez más. Como siempre, se levantó temprano. Se alistó, desayunó bien y salió a cumplir con su deber. Con su derecho. Llegando al lugar —que, como de costumbre, estaba fuertemente custodiado— encontró a otros que habían llegado un tanto antes y tomó su lugar en la fila. Manteniendo silencio, escuchaba a los demás charlar un poco en voz baja por la intimidación que se respiraba en el ambiente. Eso tampoco cambiaba. Verificó sus datos, buscó su nombre en la lista, dejó su impresión dactilar y firmó, como le tocaba hacerlo cada vez. Le dieron una tarjeta grande y multicolor, junto con un marcador indeleble “para que se expresara con seguridad y confianza”. Ejercería su derecho a través de su deber. Así, llegado el momento, pasó detrás de unos cartones verticales colocados sobre una mesita y como tantas otras veces, hizo la marca que ya conocía de memoria. Todo era igual que siempre. Absolutamente. Dobló la tarjeta por la mitad, luego de nuevo y una vez más, como lo había hecho tantas veces antes. Ahora le tocaba llevarla a su destino final, una caja cuadrada de cartón en el centro de la sala. Algunos miraban, otros no. Entonces lo vio todo claro. Después de tantos años, al fin comprendió. Su deber era serle fiel a su derecho. Respiró profundamente, dio unos pasos y, sin titubear, introdujo el papel doblado en el contenedor preciso que siempre lo había esperado: la papelera.


©2012 PSR


miércoles, 3 de octubre de 2012

V E N E Z U E L A

Viva mi tierra
la de tantos héroes
como tú y yo hoy.

Entre el paisaje
fuera de toda jaula
trina el turpial.

Naturaleza
extrema en belleza
diamante puro.

Emancipada
Bolívar te liberó
en la Colonia.

Zaina galopa
con el Caballo Viejo
por la sabana.

Unidos todos
saldremos adelante
como hermanos.

En el camino
de democracia justa
el pueblo manda.

Los estudiantes
almas limpias y puras
serán ejemplo.

Avanzamos ya
hacia un futuro mejor
con gran dignidad.


©2012 PSR


miércoles, 25 de mayo de 2011

PAZ


Buscando la paz, encontré los árboles de mi ciudad totalmente desbordados de delicadas y perfectas flores en primavera, estallando todos en mil colores al mismo tiempo. Entre la locura del tráfico pude oír a las aves cantar y vi a una pareja de guacamayas haciendo piruetas en el cielo azul. Sentí el calor del sol caribeño sobre mi piel y luego me envolvió la noche fresca adornada de un manto de estrellas. Otro día se presentó ante mí un magnífico arco iris en medio del gris que se deshacía encima de mi persona. Sonreí de dicha ante el simple hecho de poder caminar descalza por la playa y disfrutar de un paseo por el bosque. Respiré profundo al recordar que tengo una hermosa familia, que contamos con un techo, que no pasamos frío ni nos falta el pan, y que tenemos el enorme privilegio de recibir una buena educación en un país libre y democrático. Me percaté de lo bello que es tener metas e ilusiones y poder soñar bonito con mi propia realidad; de lo liberadora que resulta una risa espontánea, sincera, y de cuánto puede iluminar una mirada limpia. Al estar feliz consigo mismo, no hay nada de qué preocuparse, no existen las posesiones, se lleva el corazón y el alma desnudos, no es necesario pedir perdón, no hay que decir nada, la expresión es plena, los ojos se cierran plácidos… Entonces, en medio de mi propia vida, entendí que encontramos la paz cuando nos damos cuenta de que no necesitamos de nada ni de nadie más. 


©2011 PSR