SERENIDAD
Mientras la liebre dormía la siesta, la
tortuga avanzaba segura, disfrutando el paisaje.
FACHADA
Buscando ser feliz, el viejo amargado
decidió deshacerse de las arrugas y teñirse las canas. Ahora es un joven amargado.
GRATITUD
En una esquina tranquila, el tecato del
semáforo en la avenida principal agradeció en silencio a cada uno de los
conductores que le regalaron limosna ese día y se dio el último viaje, esta vez
sin boleto de regreso.
DICTADURA (III)
En medio de la hecatombe y con el
síndrome de Estocolmo, el pueblo era feliz.
EMANCIPACIÓN
Al fin, la sombra y el reflejo lograron
escapar juntos. Ahora son felices viviendo su amor virtual.
©2014 PSR