LIBROS POR PATRICIA SCHAEFER RÖDER

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miércoles, 29 de agosto de 2012

S U R



Sonrisa y brillo
con los brazos abiertos
me recibes, Sur.
 
Un salto inmenso
mil montañas mágicas
selva y llanuras.
 
Riqueza sin par
mezcla de tantos pueblos
maravillosos.


©2012 PSR


miércoles, 4 de julio de 2012

NIÑA MÍA



Mi niña querida
amiga bella de la infancia
corazón que aún late puro
en medio de tu circunstancia
niña eterna que cantas y sueñas
descubriendo la vida
día a semana, mes a año
incansable
inderrotable
buscando la felicidad.

Niña hermosa de mis ojos
cual rayito mañanero
trigueña, rubia, morena, cobriza
es un arco iris perfecto
tu piel, tu mirada, tu cabello
mi bella niña mestiza.

Niña alegre que juegas en la sabana
hablando con paraulatas y alcaravanes
amiga de Mariposa y Lucerito
reina de los maizales.

Niña pícara que corres sin miedo
al encuentro con olas espumosas
persiguiendo cangrejos escurridizos
oyendo el canto de las caracolas.

Niña risueña de paseo por los montes
decorados con joyas de frailejones
miras la nieve en las cumbres
entre arroyos helados
que roncos llaman tu nombre.

Niña pura que danzas sonriente
al ritmo de cantos ancestrales
experta en la selva y sus ríos
hermana de tortugas, orquídeas y aves
respiras hondo en ese mosaico infinito de verdes
de vida…
plena en tu mundo vegetal.

Niña noble que juegas a ser grande
corriendo hacia el futuro
riendo por las calles de la ciudad
forjando tu meta con paso seguro.

Niña linda que creces
mirando el Ávila, el Catatumbo
sintiendo en tu piel
el Orinoco y el Llano
estallando en mil colores
junto al crepúsculo andino
volando con los pelícanos
por el Caribe entero
y más allá aún
hacia el sol brillante.

Baila siempre libre, viva
crece fuerte, buena y bella
eres dueña de tu destino
mi niña valiente
generosa, brillante
nunca olvides que la luz que alumbra
es la que está adelante
mi brava niña
niña dulce
camina hacia la meta
respira en paz
y nunca pares de andar
por la buena senda
grande niña Venezuela.



©2009 PSR


miércoles, 20 de enero de 2010

LEYENDA

La luna llena lamía la llamarada llorando, lamentándose largamente. Los lentos linces lograban llevarse lejos las luces lúgubres, lanzando lánguidas laboriosas lágrimas lanceoladas, lanosas. Luego llegaron los leopardos larguiruchos, lapidados lastimosamente. Latiendo, los lustrosos lugareños llaneros lavaban las legendarias legañas lenguadas; lechosas, leves, laxas. Luciérnagas, loros, leones, lapas, lagartos, lobos, langostas, liebres, lombrices lucían lujosas lianas: lienzos lineales ligando los lazos legales, legibles, lozanos. Luchaban las lubinas, las lampreas, liberábanse los locutores lusos, leían los lectores letrados literatura ligera, las largas líneas llenáronse longitudinalmente; llanas, leves, lúcidas, levantando la labranza la labriega, lacaya laborante lacerada, lacrimosa. Lucrándose ladrando, los ladinos ladrones les legaron la lábil lamparilla, la luz, la lámina, los ladrillos, la loza, las lanzas lilas, los lirios, los lotes llenos, la lancha, los lagos. Lucubrando lógicamente, los luceros lujuriosos lleváronse lubricadas las llagas libertinas. Luego, lagrimearían lampiños la leña, las lápidas, los letreros laterales, los lados, la lanceta, los lapiceros, las letras, la lupa, logrando llenar legítima, líquida, lentamente las lejanas leguas limítrofes. Llegando, llamaron los llanos lloviendo llovizna lunar; lamiendo las llamas la luna llena…


©2009 PSR