LIBROS POR PATRICIA SCHAEFER RÖDER

¡Atrévete! Regala libros originales: A la sombra del mango; relatos breves. Yara y otras historias; 34 relatos, 34 sorpresas. Divina: la mujer en veinte voces; antología latinoamericana de cuentos. Andares; cuentos de viajes. Siglema 575: poesía minimalista; una nueva manera de vivir la poesía. Di lo que quieres decir: Antología de siglemas 575; resultados de los Certámenes Internacionales de Siglema 575. Por la ruta escarlata, novela de Amanda Hale traducida por Patricia Schaefer Röder. El mundo oculto, novela de Shamim Sarif traducida por Patricia Schaefer Röder. Por la ruta escarlata y Mi dulce curiosidad, novelas de Amanda Hale traducidas por Patricia Schaefer Röder, ganadoras de Premios en Traducción en los International Latino Book Awards 2019 y 2020. A la venta en amazon.com y librerías.

¡Encuentra mis libros en el área metro de San Juan, Puerto Rico! Librería Norberto González, Plaza Las Américas y Río Piedras; Aeropuerto Luis Muñoz Marín, Carolina.

Mostrando entradas con la etiqueta verde. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta verde. Mostrar todas las entradas

miércoles, 21 de agosto de 2013

YARACUY

"...Caminé. Caminé sin parar por horas, y de pronto la vi a lo lejos. Una mano enorme que salía erguida de la tierra. Era una mano vieja a la que le habían amputado el pulgar. A pesar de esto, los demás dedos subían enérgicos señalando el cielo, dirigiéndose seguros y fuertes hacia el azul intenso e infinito. En la base, la muñeca mostraba el paso del tiempo reflejado en los profundos surcos de la corteza que quería descascararse pero aún no había encontrado el momento oportuno. El muñón del pulgar estaba astillado y oscuro, mostrando la cicatriz de una herida mal sanada. Sobre la palma cóncava alguna vez se dieron cita distintas semillas de orquídeas y helechos, que luego abrieron paso a enormes plantas, minúsculas sin embargo, en comparación con la gigantesca mano noble que les daba apoyo, abrigo, sustento. Tronco y ramas surcados por un sinfín de estrías diferentes que los recorrían en todas direcciones. La copa de esta maravilla se extendía generosa y abierta para cobijar toda clase de insectos, ranas, pájaros, lagartijas y pequeños ratoncitos de monte. Era una cornucopia vibrante, noble y silente; llena de vida que la hacía palpitar, clavada inevitablemente en la tierra. El viento que pasaba entre las hojas arrullaba el paisaje verde intenso, moviendo el calor de un lado a otro, envolviendo en su rumor a toda la mano y lo que contenía, calmando el grito excitado de pájaros, ranas y grillos.
 
Al fin llegué, envuelta en la cálida luz de la mañana. Había visto la mano miles de veces en mis sueños ya desteñidos y tuve la fuerte necesidad de conocerla de cerca; de sentirla, de abrazarme a ella; de palpar una a una todas las irregularidades de su tronco. Quise oler el musgo que la cubre por tramos y mojarme con el rocío guardado debajo de los helechos. Curiosa, probé el néctar silvestre y dulce de las orquídeas. Necesitaba escuchar el concierto desenfrenado de los animales que buscan pareja para entender mi propio llamado inquietante y dejarlo salir del vacío en que se ahogaba; del vacío que yo misma sobrevivía a duras penas. Me propuse llenar mis pupilas de todas las formas que me rodeaban; de todos los tonos de verde existentes, de los pardos, de los amarillos. De todos los colores del arco iris, intensos, que están de fiesta perenne en esa mano viva. Mi alma se ensanchó más y más, rompiendo una a una todas las costuras que la encerraban y dejando en libertad al espíritu femenino que hasta ese instante no había aprendido a volar...". 

 
Fragmento de "Yara" ©2006 PSR 
"Yara" aparece en la antología Yara y otras historias, de Patricia Schaefer Röder.
Ediciones Scriba NYC 
ISBN 978-0-9845727-0-0

miércoles, 9 de enero de 2013

AZUL Y VERDE



abro los ojos al vasto cielo azul
celeste intenso de mi niñez
el mismo cielo que veía
con tanta claridad
en el rostro de mi madre.

azul noble de sentimientos
clara y transparente bóveda inmensa
centella eterna que recibes y das
toda la luz
cada uno de mis días.

azul sólido
donde mar y aire se funden
azul enérgico
leal y fiel
a mí misma
por siempre
necesariamente.

me sumerjo de nuevo en el azul
ese azul marino profundo
que nunca ha dejado de recibirme
deja que vuele entre tus olas
arrúllame en tu cadencia primigenia
arawaka, taína, maya...
caribe.

soy yo en este mundo
entero de azules y verdes
que tenaces abrazan mi vida
desde adentro
inundando mi existencia
hasta afuera
…desbordando el corazón.

cierro los ojos y veo
tu mirada color esperanza
la que en cualquier circunstancia
sin falta y sin ruego
apostaba por la copa medio llena
esa mirada sencilla y sincera
que iluminaba de amistad la calle
contagiando de música el campo
al son del cuatro y el arpa.

verde es la luz que me alcanza
bajo el grueso manto de la arboleda
tonos cálidos, refulgentes de amarillo
cuando el sol accede
dejándose atrapar
entre sus redes.

verdes oscuros
de los bosques ancestrales
matices brillantes
de las selvas tropicales
verdes que vivo
a plenitud
en mosaicos variopintos
unos en otros
todos en uno
infinita gama
miles de posibilidades
oportunidades…
libertad de acción
pensamiento
sentimiento
albedrío
total.

millones de hojas
arropan mi alma
respiro hondo
llenando el pecho
de todos los aromas silvestres
entonces
el espíritu se sacude
ejecutando aquella danza
primordial
pura esencia de verdes colinas
selvas
campiñas
frescor matutino
sutil celeste sobre verde
calor de la tarde
esmeraldas entre el índigo
follaje de árboles y palmeras
pintado en mi cielo antillano
con el sol del trópico
incandescente
ardiente
perpetuo.


©2013 PSR