LIBROS POR PATRICIA SCHAEFER RÖDER

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miércoles, 10 de febrero de 2016

MAMÁ

Miles de años
mil millones de almas
y éramos una.

Abriste vida
a mí y a mis hermanos
dando la tuya.

Madre única
por encima del cielo
en mi corazón.

Abrázame hoy
dueña de espacio y tiempo
no me sueltes más.


© 2016 PSR


miércoles, 19 de marzo de 2014

LA NADA

-->Caminaba con paso apurado, pendiente de no chocar con la multitud que iba en todas direcciones, cuando de pronto, despareció el suelo bajo sus pies. Cayó, cayó, cayó libremente, sin nada alrededor a lo cual pudiera asirse, hasta que el golpe le confirmó que había llegado. Sus pupilas tardaron un poco en dilatarse. Entonces, miró a su estrecho alrededor y en la oscuridad casi total, apenas logró distinguir paredes que se extendían hacia el cielo, cerrándose en un puntito celeste que se encendía y se apagaba en la lejanía. Arriba, la gente seguía caminando con mil rumbos.
©2013 PSR

 
 
 

miércoles, 26 de junio de 2013

L U N A


Lágrimas limpias
compartidas contigo
bella Selene.

Ubre celestial
generosa y divina
derrámate en mí.

Nadie conoce
mis mayores secretos
sólo tú, Luna.  

Atrévete ya
baja del firmamento
para abrazarte.


©2013 PSR


miércoles, 9 de enero de 2013

AZUL Y VERDE



abro los ojos al vasto cielo azul
celeste intenso de mi niñez
el mismo cielo que veía
con tanta claridad
en el rostro de mi madre.

azul noble de sentimientos
clara y transparente bóveda inmensa
centella eterna que recibes y das
toda la luz
cada uno de mis días.

azul sólido
donde mar y aire se funden
azul enérgico
leal y fiel
a mí misma
por siempre
necesariamente.

me sumerjo de nuevo en el azul
ese azul marino profundo
que nunca ha dejado de recibirme
deja que vuele entre tus olas
arrúllame en tu cadencia primigenia
arawaka, taína, maya...
caribe.

soy yo en este mundo
entero de azules y verdes
que tenaces abrazan mi vida
desde adentro
inundando mi existencia
hasta afuera
…desbordando el corazón.

cierro los ojos y veo
tu mirada color esperanza
la que en cualquier circunstancia
sin falta y sin ruego
apostaba por la copa medio llena
esa mirada sencilla y sincera
que iluminaba de amistad la calle
contagiando de música el campo
al son del cuatro y el arpa.

verde es la luz que me alcanza
bajo el grueso manto de la arboleda
tonos cálidos, refulgentes de amarillo
cuando el sol accede
dejándose atrapar
entre sus redes.

verdes oscuros
de los bosques ancestrales
matices brillantes
de las selvas tropicales
verdes que vivo
a plenitud
en mosaicos variopintos
unos en otros
todos en uno
infinita gama
miles de posibilidades
oportunidades…
libertad de acción
pensamiento
sentimiento
albedrío
total.

millones de hojas
arropan mi alma
respiro hondo
llenando el pecho
de todos los aromas silvestres
entonces
el espíritu se sacude
ejecutando aquella danza
primordial
pura esencia de verdes colinas
selvas
campiñas
frescor matutino
sutil celeste sobre verde
calor de la tarde
esmeraldas entre el índigo
follaje de árboles y palmeras
pintado en mi cielo antillano
con el sol del trópico
incandescente
ardiente
perpetuo.


©2013 PSR


miércoles, 27 de junio de 2012

SILENCIO


Silencio. Los días eran iguales para Jay: despertador, ropa, cereal, escuela. Allí Nikki, como siempre, esperaba en la escalera. Era la única razón para no faltar. Almas puras, se tenían el cariño más grande compartido en saludos largos y miradas furtivas. Silencio. Nadie entendía; los torturaban haciéndoles comer hojas verdes de los arbustos. Silencio. Entonces, el último día en pleno patio, recibieron puños volviéndoles papilla, quedando solo dos masas palpitantes. Silencio. De pronto, dos espadas se abrieron paso por las masas, desplegándose alas preciosas que orgullosas alzaron vuelo por el cielo azul de la tarde, burlando al fin el silencio.


©2011 PSR


miércoles, 9 de mayo de 2012

DÍA DE LAS MADRES 2012



Mujer entera
con pisada de plomo
y manos de ángel
mujer cabal
por todos los ángulos
Madre mía
eres la madre de mi mundo
mujer genuina
así te quiero.

Mi Madre bella
de semblante sereno
y paciencia inagotable
para mí…
Hace poco
una noche como tantas otras
cerraste en paz tus ojos celestes
para descansar de la rutina.
Entonces
sin avisar
te fuiste sola
soñando tu vida
rumbo al infinito.

Nunca es un buen día
para las despedidas.
Nunca es el instante adecuado
para perder tu compañía.
Nunca sabemos
cuándo será la última vez
que hablemos.
No queremos
que lo bueno se acabe
nunca.
Nunca ha sido el peor momento
…necesito tanto tu mano suave 
en mi mejilla.

Cierro los ojos
distingo tu silueta
hermosa
inconfundible
tu mirar profundo
ocupa mis recuerdos
recientes, lejanos
convirtiéndose en sonrisas.

Escucho tu voz
dentro de mí
recordándome las cosas importantes
diciéndome cuánto me amas
animándome a seguir
siempre hacia adelante.

Entre todos los aromas
de esta eterna primavera
distingo tu fragancia fresca
amable
que tiernamente acaricia mi alma.

Hoy, en tu día
y todos los días
apareces de pronto
libre, plena
como bella mariposa
de mil formas y colores
revoloteando alegre
frente a mí
sorprendiéndome de nuevo.

Madre hermosa
te siento conmigo
a cada minuto
tu presencia es real
estás aquí, ahora
envolviendo delicadamente
mi corazón.

Te veo en el horizonte del mar
y en las nubes maravillosas
que flotan bajo el sol de abril.
Tú me ayudaste a descubrir
ese unicornio blanco en el cielo
color de tu mirada.

Ahora, Madre querida
te encuentro en mis sueños
dulce, impecable
me miras tranquila
y yo
llena de dicha
te abrazo cálida
por siempre…


©2012 PSR


miércoles, 1 de diciembre de 2010

ROMANCE MARINO

Ese tono azul
que vemos sin mirar
entre cielo y mar
separa aves de peces
que volando nadan
nadando vuelan
en una única danza
coreografía perfecta
sin saberlo.

Deja que el canto marino
te alcance desde aquel infinito lejano
cercano…
arrullándote quedo
en su regazo
turquesa nacarado.

Recibe sedienta tu piel
la brisa húmeda
saluda tu pecho
el soplo tibio
siente en tu boca
el alma salada
del océano
envolviéndote
abrazándote
besándote
hasta el fondo.
Extasiada
te dejas seducir
irremediablemente…


©2010 PSR

miércoles, 24 de noviembre de 2010

ECOS DEL MAR

Mira la tenue línea
que separa al cielo del agua.
Escucha el rumor marino
que llega del horizonte.
Siente el suave viento
deslizarse cálido
sobre tu piel.
Todo está allí
porque tú lo has deseado.
Es tuyo.


©1993 PSR

miércoles, 3 de noviembre de 2010

CLAROSCUROS

En la lejanía estás
eternamente lejos
allá donde los sueños
se convierten en realidad.

El resplandor me quema la vista
no encuentro nitidez.
Mis pupilas están lisiadas
tanta luz me confunde
todo brillante, luminoso
intrincadamente confuso...

No distingo tu silueta
en medio del destello
el sol me oculta tu faz
todo refulge
demasiado
estoy ciega de albor
es el día de noche
un eclipse al revés
porque a pesar de todo
no te puedo ver.

Mis ojos son dos manantiales
rotundamente inundados
no logran definirte
es imposible
ninguna línea
ni forma
color
veo todo y no veo nada
la luz baña el vacío
y no puedo divisarte.
Son demasiados los reflejos
en la claridad total
no alcanzo a ver tu rostro.

Es imposible, no puedo mirarte
será tal vez
porque aún no llegas
porque estás allá
donde el cielo y el mar
se funden con el viento...


©1993 PSR

miércoles, 6 de octubre de 2010

ENSUEÑOS NOCTURNOS

La tarde se recuesta
entre las montañas.
Mil tonos dorados
se escurren por el cielo
llegan a mí
entibiando mi piel.

El cielo se torna naranja.
Rayos ocres salen de los montes
hasta el azul profundo
del cielo sembrado de nubes.

Lentamente la oscuridad
se apodera del ambiente.
Totalmente.
Poco a poco desaparece el sol
abriéndose paso otra luz
esa que se hace más oscura
y nos permite ver todo
de diferente manera.

La claridad de la noche
está en los ojos que la ven.
Hay quienes no saben verla.
Pero está allí
tranquila, quieta, solemne
como las palabras nunca dichas
los gestos furtivos
las miradas...

La noche me pertenece.
En ella sueño tranquila
dejándome llevar donde sea.
La imaginación no tiene límites
sólo los que nosotros definimos.

Plácida y oscura
brillante y luminosa
a su manera.
Puedo adueñarme de su luz
y de su silencio a gritos
puedo andar por senderos
intrincados o desiertos
y encontrarme contigo
cuando lo deseo.

No temas.
La noche es buena compañía
para el alma.
Reflexiono.
De nuevo me percato
de la felicidad
que me brinda generosa
su paz
lealtad.
Siempre vuelve a acompañarme
regalándome nuevamente
todos los secretos.
Yo los voy descubriendo
poco a poco
con calma
fascinada
maravillada.

La luz proyecta sombras
de distinta intensidad.
En mi alma
se cobijan claroscuros
de tristezas y alegrías
por igual.
Pero aquí en la oscuridad
los colores se parecen
y todo puede ser gris.

En lo profundo de la noche
soy dueña de mi vida...
Señora del tiempo
situaciones
seres materiales
etéreos
y de muchas otras cosas.

El mundo me pertenece
por entero
suave y dulcemente
en la oscuridad infinita
de la noche
en el negro de tus ojos
profundo, inalcanzable
amable...

Poco a poco
muy despacio
con cuidado
comienzan a mostrarse
cada vez más grises
que, delicados
se transforman
de nuevo
en mil tonos
índigos y naranjas.

Sonriente, decidido
el sol empuja
todos los amarillos del mundo
hacia el infinito
y de regreso
inundando el vacío
con una tierna claridad.

Atrás quedan
las sombras nocturnas.
En su lugar llegan
con una cierta timidez
las sombras del nuevo día
que está naciendo...


©1992 PSR

viernes, 2 de abril de 2010

CAMINO AL CALVARIO

Camino al Calvario, un Jesús golpeado, herido y agotado veía a las multitudes curiosas que se acercaban para mirarlo de cerca. Muchos lo insultaban, algunos se compadecían y a muy pocos les dolía verlo cargando la pesada cruz en la que sería clavado. De pronto entre la gente, Jesús fijó la mirada sobre Ahmed, un hombre joven de grandes ojos negros que lo veía preocupado desde lo alto de un muro aledaño.
—Sígueme —le dijo Jesús al joven.
Por un momento, Ahmed pensó que el sol ardiente le estaba jugando una mala pasada, pero al notar los ojos de Jesús clavados insistentemente en los suyos, reaccionó. Sorprendido de que aquel tristemente célebre condenado a muerte le hubiese hablado, se abrió paso entre la muchedumbre, acercándosele.
—Señor, quieres que te siga… pero tú vas rumbo al Monte Calvario —le respondió aún desde la distancia, sin entender.
—¿Es que puede haber otro camino? —dijo Jesús, y prosiguió hacia adelante por la vereda pedregosa.
Aquella frase pronunciada por la voz cansada de Jesús resonó en los oídos incrédulos de Ahmed como un soplo de viento que rápidamente se convertiría en tormenta, haciendo que las piernas del joven lo llevaran instintivamente a su vera. Ansioso y conmovido, le dijo:
—Maestro, ¿qué puedo hacer por ti ahora? ¿No es demasiado tarde ya?
—Nunca es tarde para los puros de corazón como tú, Ahmed. Eres un hombre respetuoso de las Leyes, buen padre y esposo. Sígueme por la ruta de tu vida como lo has hecho hasta ahora, eso es lo que de ti espero.
—Pero Señor, ¿cómo he de acompañarte si cada quien tiene su propio destino? Tu camino ahora es el del sufrimiento. ¿No se supone que debemos buscar la felicidad?
—La felicidad y el sufrimiento son parte de la vida. Busca siempre la felicidad y sé consciente de su valor. Aprovecha también cada oportunidad que tengas de hacer feliz a tu hermano. Es la falta de amor hacia el prójimo lo que trae consigo su sufrimiento.
—¿Y por qué Dios te castiga así? ¿Acaso tu Padre no te ama?
—Dios nos ama y quiere que seamos felices. Dios no nos castiga, pero el sufrimiento es inevitable; las cosas malas suceden. Todo tiene una razón, pero Dios nunca nos envía dolor.
—Maestro, tengo miedo de sufrir.
—Todos temen al sufrimiento, Ahmed, a mí también me pasó. Tienes que aprender a aceptar que no eres perfecto. Pasarás por épocas duras y sentirás dolor, pero deberás enfrentarlo y sobreponerte a él.
—Si yo siempre he cumplido las Leyes, ¿por qué he de sufrir?
—Hay muchas cosas que nos hacen sufrir; ellas existen y nos salen al encuentro sin poder hacer mucho por esquivarlas. El sufrimiento es distinto para cada uno, pero el resultado es el mismo: ver a Dios. El dolor nos hace reaccionar y madurar, nos vuelve más fuertes y al mismo tiempo, más humildes. Los humildes de corazón son quienes moran en el Cielo.
—Si yo no soy orgulloso, ¿qué tanto deberé sufrir?
—Recuerda que todo sufrimiento es pasajero, pero la paz que te da Dios es eterna. ¿Acaso no viene la calma después de la tormenta? ¿No paren las mujeres a sus hijos con dolor? Después del intenso dolor de parto, la madre recibe al hijo y el hijo comienza la vida en esta tierra. El sufrimiento nos enseña a valorar las cosas que nos traen felicidad, pequeñas y grandes. Piensa en tu mujer, en tus hijos y en los puros de corazón. Mira el sol cómo lo llena todo con su luz. Mira el cielo azul intenso y el verdor de los campos. Mira los árboles en flor que llevan la esperanza de los próximos frutos y siente el alivio de la tierra cuando la lluvia la cubre.
—Entonces Señor, ¿qué debo hacer?
—Confía siempre en Dios, Ahmed. Nuestro Padre nos da fuerzas y valor, nos consuela, protege nuestras almas y nos salva en el sufrimiento. Recuerda mis palabras. Cumple las Leyes, cree en Dios, ten compasión y ama a tu enemigo. Siempre estaré contigo, no te abandonaré jamás. Y esta noche, cuando todo haya pasado, mira las estrellas. Allí estará mi Padre, velando por mí y por ti.
Dicho esto, Jesús tomó aliento, reacomodó la cruz sobre su hombro y siguió hacia adelante, caminando entre piedras y flores.
 
 
©2010 PSR