flotando mil siglos
en mi espera cósmica
buscaba una señal inigualable
aquel destello perfecto
del alma más radiante.
contando lunas
paciente
sabía con certeza
que el encuentro
era inminente.
me escogiste al fin
un punto minúsculo
perdido
entre todas las almas.
ahora
soy tormenta multicolor
de fino polvo de estrellas
porque amaneces en mí
dejando huella
eternamente.
aquella mañana fresca
trajo tu aliento a mi vida
tu vida a mis sueños
tus sueños a mi voluntad
tu voluntad a mi libertad.
mírame
estoy aquí
germinada de amor
sin escapatoria
…lo sabes.
me empujas
sin soltarme ni un tanto
estrujándome el corazón
suprimes mi yo
soy tu propiedad
y así soy feliz.
hambrienta a oscuras por siglos
ya no estoy más.
solo tú sacias plenamente
tan cruel necesidad
de cariño.
eres un ser de luz
deslumbrante
el mayor de todos.
tu impetuoso espíritu
no se cansa de iluminarme
por todos los flancos
envolviendo mi alma
desde dentro
halada por un torbellino de cometas
me traes de regreso
a la realidad dulce
de tenerme.
sé que me amas
así…
sólo porque sí.
sabes que nunca de ti me apartaré
siempre serás mi bebé.
©2011 PSR
EL AGUA NOS DA VIDA, NOS CALMA, NOS NUTRE, NOS ENVUELVE, NOS PURIFICA Y NOS LIBERA ...Y A VECES CAE SOBRE NOSOTROS COMO GOTAS DE SOL Y LUNA
Hermoso tributo a la maternidad, su mágico e indefinido comienzo y su inexistente fin.
ResponderEliminarcomo siempre, que bello escribes, desde el fondo del alma.
ResponderEliminarEl amor incondicional siempre protagoniza los mas bellos poemas. Precioso, Patricia! Como siempre!
ResponderEliminarme gusto mucho!
ResponderEliminar