sucede.
un trance cruel
merma el aire
perdemos el aliento
se apaga nuestra luz
la voz se ahoga
poco a poco
o de un solo golpe.
ese rencor fornido
bien nutrido con los años
ensucia todo
aniquilando
desmembrando
destruyendo sin piedad.
de pronto
tanto odio macerado
se apodera del momento
el individuo
se hace narrador
sádico
en primera persona.
de ira a locura
un delirio es tormento
nuestro martirio se vuelve la tortura
de alguien más
a veces incluso
sin resentimiento
…solo son gajes del oficio.
un madero, unos clavos
una silla, unos electrodos
una camilla, una jeringa
una tarima, una soga
una pared, un pañuelo negro
una sala hermética, unas tuberías
un circo mortal
un extraño de la calle, una aventura nocturna
unas pastillas, un vaso con agua
una botella, nada más…
un auto, un celular
unas torres, un par de aviones
una ventana, un impulso
un tren, un empujón
unos ojos desorbitados, unas manos poderosas
cerradas como piedras
en torno a un cuello
o a un puñal
a veces jalando el gatillo de una pistola
otras dosificando lo indosificable.
coraje, pero del malo
¿quién se cree con derecho
a decidir sobre la vida de los demás?
¿…y sobre la muerte de otros?
¿quién se sabe impune
a pesar de sus actos?
¿quién aún es tan ingenuo para pensar
que puede estar por encima del dolor
y la enfermedad?
es inevitable
cada quien tiene su sentencia
es lo único no negociable en la vida.
aparece en el instante
que damos la primera bocanada
marcándonos con acero
irremediablemente.
la sentencia es definitiva
siempre
lo fue y lo será
no hace falta que un tercero se encargue
de ejecutarla
apresurándola sin razón
ni tampoco con ella.
sentencia infalible
obligatoria
para todos.
…para algunas
incluso
la sentencia se determina
automáticamente
en cuanto se sabe
que son hembras…
©2011 PSR
EL AGUA NOS DA VIDA, NOS CALMA, NOS NUTRE, NOS ENVUELVE, NOS PURIFICA Y NOS LIBERA ...Y A VECES CAE SOBRE NOSOTROS COMO GOTAS DE SOL Y LUNA
hola paty, ya lo leí, me parece inevitalbe pero triste.
ResponderEliminarSENTENCIA
es inevitable
cada quien tiene su sentencia
es lo único no negociable en la vida.
Gracias Patricia Schaefer Röder