“Cada vez que Vesalio abría el cuerpo
humano, su
corazón saltaba. La primera vez, temblando de emoción, casi
se desvaneció maravillado ante
su naturaleza
clandestina. “Ah, la
verdadera Biblia”, susurró, “el
cuerpo humano”. La
Iglesia enseñaba que los muertos descargarían su venganza contra quienes
profanaran el cuerpo, pero cuando Vesalio vio lo indefensa
que era la
carne
despojada
de vida, se
conmovió profundamente; hasta el punto en que la ternura luchaba con la crueldad. Sintió el sufrimiento de la carne, el espíritu secuestrado dentro de ella. Recordó
los gritos del gato que sus hermanos torturaron en Helle Straetken y cómo lo había observado todo, sin
poder hacer nada; deseando detenerlos, queriendo
matar al gato para parar sus chillidos...”.
Mi dulce
curiosidad, novela de Amanda Hale
Traducción de Patricia Schaefer Röder
2017 Ediciones Scriba NYC
ISBN 978-0-9845727-7-9
Ganadora del Primer Premio en Traducción de Novela de Ficción en los ILBA 2019
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