“—A veces sueño la
música más exquisita. Bueno, no es exactamente música; es más
como una armonía queda, pero puedo sentirla en mi cuerpo. Es como todos los sonidos del mundo: el
canto de las aves, el viento, los océanos
y ríos, todo junto en una armonía loca. En mi
sueño pienso que debo recordarla y tocarla cuando esté despierta, pero al
despertar todo es distinto. Entonces me siento muy desilusionada y por
un rato pienso que todo lo que tocamos es solo un eco superficial de esa... música celestial.
—Eso es lo que pasa
—aseguró Talya, cayendo en cuenta—, cuando
conoces a alguien que te hace ver las cosas de otra forma. Hace que se ilumine una parte
de ti que ha estado en la oscuridad...”.
Mi dulce
curiosidad, novela de Amanda Hale
Traducción de Patricia Schaefer Röder
2017 Ediciones Scriba NYC
ISBN 978-0-9845727-7-9
Ganadora del Primer Premio en Traducción de Novela de Ficción en los ILBA 2019
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