—Sígueme —le dijo Jesús al joven.
Por un momento, Ahmed pensó que el sol ardiente le estaba jugando una mala pasada, pero al notar los ojos de Jesús clavados insistentemente en los suyos, reaccionó. Sorprendido de que aquel tristemente célebre condenado a muerte le hubiese hablado, se abrió paso entre la muchedumbre, acercándosele.
—Señor, quieres que te siga… pero tú vas rumbo al Monte Calvario —le respondió aún desde la distancia, sin entender.
—¿Es que puede haber otro camino? —dijo Jesús, y prosiguió hacia adelante por la vereda pedregosa.
Aquella frase pronunciada por la voz cansada de Jesús resonó en los oídos incrédulos de Ahmed como un soplo de viento que rápidamente se convertiría en tormenta, haciendo que las piernas del joven lo llevaran instintivamente a su vera. Ansioso y conmovido, le dijo:
—Maestro, ¿qué puedo hacer por ti ahora? ¿No es demasiado tarde ya?
—Nunca es tarde para los puros de corazón como tú, Ahmed. Eres un hombre respetuoso de las Leyes, buen padre y esposo. Sígueme por la ruta de tu vida como lo has hecho hasta ahora, eso es lo que de ti espero.
—Pero Señor, ¿cómo he de acompañarte si cada quien tiene su propio destino? Tu camino ahora es el del sufrimiento. ¿No se supone que debemos buscar la felicidad?
—La felicidad y el sufrimiento son parte de la vida. Busca siempre la felicidad y sé consciente de su valor. Aprovecha también cada oportunidad que tengas de hacer feliz a tu hermano. Es la falta de amor hacia el prójimo lo que trae consigo su sufrimiento.
—¿Y por qué Dios te castiga así? ¿Acaso tu Padre no te ama?
—Dios nos ama y quiere que seamos felices. Dios no nos castiga, pero el sufrimiento es inevitable; las cosas malas suceden. Todo tiene una razón, pero Dios nunca nos envía dolor.
—Maestro, tengo miedo de sufrir.
—Todos temen al sufrimiento, Ahmed, a mí también me pasó. Tienes que aprender a aceptar que no eres perfecto. Pasarás por épocas duras y sentirás dolor, pero deberás enfrentarlo y sobreponerte a él.
—Si yo siempre he cumplido las Leyes, ¿por qué he de sufrir?
—Hay muchas cosas que nos hacen sufrir; ellas existen y nos salen al encuentro sin poder hacer mucho por esquivarlas. El sufrimiento es distinto para cada uno, pero el resultado es el mismo: ver a Dios. El dolor nos hace reaccionar y madurar, nos vuelve más fuertes y al mismo tiempo, más humildes. Los humildes de corazón son quienes moran en el Cielo.
—Si yo no soy orgulloso, ¿qué tanto deberé sufrir?
—Recuerda que todo sufrimiento es pasajero, pero la paz que te da Dios es eterna. ¿Acaso no viene la calma después de la tormenta? ¿No paren las mujeres a sus hijos con dolor? Después del intenso dolor de parto, la madre recibe al hijo y el hijo comienza la vida en esta tierra. El sufrimiento nos enseña a valorar las cosas que nos traen felicidad, pequeñas y grandes. Piensa en tu mujer, en tus hijos y en los puros de corazón. Mira el sol cómo lo llena todo con su luz. Mira el cielo azul intenso y el verdor de los campos. Mira los árboles en flor que llevan la esperanza de los próximos frutos y siente el alivio de la tierra cuando la lluvia la cubre.
—Entonces Señor, ¿qué debo hacer?
—Confía siempre en Dios, Ahmed. Nuestro Padre nos da fuerzas y valor, nos consuela, protege nuestras almas y nos salva en el sufrimiento. Recuerda mis palabras. Cumple las Leyes, cree en Dios, ten compasión y ama a tu enemigo. Siempre estaré contigo, no te abandonaré jamás. Y esta noche, cuando todo haya pasado, mira las estrellas. Allí estará mi Padre, velando por mí y por ti.
Dicho esto, Jesús tomó aliento, reacomodó la cruz sobre su hombro y siguió hacia adelante, caminando entre piedras y flores.
©2010 PSR
Qué tal salió todo?
ResponderEliminarsupongo que bien, ya que nos pidieron repetirla esta noche para otro publico... :)
ResponderEliminarQuerida Paty, "Con un mismo amor, con un mismo esp... See Moreíritu, con los mismos sentimientos, nada por rivalidad ni por vanagloria, mas todo con humildad, considerando a los otros como superiores a ti.."(Fil. 2, 2-3), sin duda son las palabras que nos dicen nuestra misión en este mundo y que tu lo describes de una forma muy bonita a pesar de la Cruz. En la distancia compartimos esa palabra, en mi celebración de este Viernes Santo sentí que se cumplia esta palabra porque en muchas partes del mundo celebramos el Amor de Dios por los hombres dando su vida por nosotros, alli, "Camino al Calvario". Que Dios te bendiga siempre a ti, a toda tu familia y nos bendiga a todo el mundo..AMEN. Felicidades como siempre y espero que todo haya quedado perfectísimo. Te quiero mucho querida amiga.
ResponderEliminarMe gusto mucho,felicidades Paty,que estes muy bien.
ResponderEliminarmil felicidades por el comienzo de los éxitos!
ResponderEliminarY fue crucificado injustamente pagando por todos nuestros pecados, y todavía le pidió al Padre que nos perdonara pues no sabían lo que hacíamos...... Perdónanos tu Padre a nosotros por crucificar a tu hijo amado..... perdónanos Padre
ResponderEliminar¡¡Felicidades Patricia, que bueno que todo fue un éxito!!
ResponderEliminarMe alegro mucho por ti. Un abrazo, :-D
que bien lo hicieron!!!
ResponderEliminarGracias a tí y recibe mis felicitaciones, que Dios te devuelva en alegría todo tu esfuerzo!!!!
cuídate mucho!!!
Entre flores y piedras... muy bonito Paty.
ResponderEliminarme encantó, Paty... un abrazo grande!!
ResponderEliminar¡Que hermoso es!
ResponderEliminarMe gusta mucho como escribes, eres un talento
Jose David u ROCK!!!
ResponderEliminarbellos! si claro... y yo en Londres con ganas de estar alla!
ResponderEliminares la pura verdad mi vida.
ResponderEliminarPrecioso!
ResponderEliminarPatrricia: Bellísimo, cargado de una gran espiritualidad y sabiduría, te felicito
ResponderEliminarHermosas enseñanzas. Bendito Hijo de Dios.
ResponderEliminarprecioso!
ResponderEliminarQue interesante Dios es prioridad en nuestras vidas amiga Paty
ResponderEliminarTremendo Patricia Dios te Bendiga....
ResponderEliminarLA VIDA.......
ResponderEliminarHermosa Leccion de vida.
ResponderEliminarPatricia, gracias infinitas. Que belleza de lectura, cuanta ensenanza, que sabiduria infinita en la busca de la felicidad, pero sobre todo al conscientizarnos de la importancia que debemos dar a su valor...
ResponderEliminarGracias Patricia querida... dios reconforta y el dolor va cediendo...gracias
ResponderEliminargracias dios
ResponderEliminarconmueve y hace pensar!!!
ResponderEliminarGracias
ResponderEliminarVIA...CRUCIS!
ResponderEliminarMuy hermoso. Me ha conmovido.
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