Se levantó a la misma hora de siempre, se aseó y se puso su versátil disfraz de todos los días, escogió la máscara del momento para que sus hijos supieran quién era, se ocupó del desayuno, los llevó a la escuela y luego se dirigió al trabajo; en el auto se cambió la máscara por aquella que le permitiría entrar a la oficina y tratar con los empleados y los clientes; en la hora del almuerzo se puso la máscara de la amistad y la camaradería y de regreso en la oficina la volvió a colocar en el mismo lugar donde la tiene guardada para esos casos especiales; al final de la jornada recogió a los niños con la máscara pertinente, llegó a casa y rápidamente se la cambió por otra para que su pareja se sintiera feliz de verle; antes de la cena se colocó la máscara de la vida familiar, luego llevó a los niños a la cama y se volvió a poner la máscara complementaria de su pareja, compartieron el mismo rato de siempre, el conocido beso de buenas noches y se comenzó a preparar para dormir; se cepilló los dientes, se peinó, se salió del disfraz, se quitó la máscara y al mirar al espejo se percató de que no había nadie.
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* "La máscara" fue llevado a las tablas como un ejercicio de teatro, requisito para la graduación de las modelos en la academia SModeling Studio en Arecibo, Puerto Rico, a cargo de la Prof. Helena Colome el viernes 10 de junio de 2011.
"La máscara"
aparece en la antología Yara y otras historias, de Patricia Schaefer
Röder.
Ediciones
Scriba NYC
ISBN 978-0-9845727-0-0
Amiga es excelente!
ResponderEliminarMe encanta! Un poco duro........supongo que "alguien" siempre eres
ResponderEliminarme gusta mucho.
.. ayer mi nieto Sebastián hizo dos máscaras en su kinder y para usarlas quería ir a un carnaval, lo que se me ocurrió decirle era que teniamos que subirnos a un avión para ir a Brasil y que estaba muy lejos y dijo que él queria subirse a un avión... (¿?), "máscara" y carnaval van juntos y...como dice Celia Cruz..la vida es un carnaval. interesante Paty, tu siempre tan puntual, gracias por regalarnos esto, me gustó mucho. Abrazo fuerte. Araceli Blanco.
ResponderEliminarverdaderamente profundo. A veces me pregunto donde esta nuestra verdadera cara, y no la mascara que nos cambiamos a diario. Quizas tan escondida que no la encontramos ni nosotras mismas. A veces tiene que venir alguien a decirnos donde esta.
ResponderEliminara veces me siento asi mismo
y lo mas triste es que sea otra persona la que nos ayude a buscarla...
Este fin de semana me voy a NY con una amiga y me olvidare de q el mundo, marido e hijos existen!!!! Yes. Dejare TODAS las mascaras aqui y me llevo una sola...
Buenísimo!!!, impactante!
ResponderEliminarte felicito amiga, eres la bomba!!!!
real y triste como muchas vidas!!!
Esta muy bueno. raroide como siempre pero me gusta, casi te quedas sin aliento.
ResponderEliminarGUAOOOOOOOO!!!!!!!
ResponderEliminarEsta BUENISIMO!!!!!!
Esta potentisimo!!!!
Como te inspiraste?
Guao chama, me ENCANTO!
Sigue inspirandote, que tienes bastante talento!
Patricia buenísimo, irónico, pura realidad, el mimetismo de la sociedad. Después de los besos las máscaras
ResponderEliminarMe dejastes sin palabras amiga!!!!!!!
ResponderEliminarLas famosas mascaras amiga... de todo el arsenal que tenemos. A veces las que mas deseamos usar son las que menos tiempo tenemos. Este es de mis favoritos. Un abrazo carnavalesco y enmascarado!
ResponderEliminarSi esas mascaras son facetas, entonces a esta persona le falta desarrollar la de saber estar consigo misma a gusto. Si no, las mascaras se mezclan como los colores hasta quedar todo negro, absorbiendo toda la luz sin reflejar nada.
ResponderEliminarJorge
efectivamente, hay personas que pierden la identidad e incluso la capacidad de verse como lo que son realmente y de quererse a si mismas, pero es inevitable que la gente use mascaras para interpretar bien los diversos papeles que le tocan cada dia, aun sin haberse desvanecido...
ResponderEliminarClaro, que seria de nosotros sin esas mascaras?!
ResponderEliminarMuy bueno!!
Me fascinó este segmento. Me encanta como escribes. Gracias por el libro, está muy bueno, se lo presté a la abuela de mi esposo que disfruta de la buena literatura.
ResponderEliminar¿ que alma tan sublime escribe de esa manera?
ResponderEliminarMi amiga Patricia.
ResponderEliminarEs verdad, la vida nos exige ser versatiles. Son muchas las mascaras que nos acompanan a lo largo del dia.
ResponderEliminar"Y al mirar al espejo se percató de que no había nadie"... No creo que mostrarse amable con quienes te rodean sea un problema. Una amabilidad asertiva refuerza tu rol en tu entorno al tiempo que beneficia la autoestima. El problema es cuando sólo se vive la vida de esas "máscaras" y detrás no hay nada que lo sustente sino el vacío del abismo, tal vez el miedo a vivir, o quizá un transtorno de personalidad. Las máscaras son de algún modo las pequeñas concesiones que como individuos debemos hacer a la sociedad para que ésta funcione y, a la postre, nos beneficiemos personalmente también de ello (no lo confundamos con la hipocresía, que sería la hipérbole de esto mismo, con efectos claramente negativos). Pero ello nunca puede "enmascararnos" nuestra esencia o nuestro propio YO; la fuerza vital debe fluir de dentro hacia afuera, no puede ir de fuera a adentro, porque entonces no vivimos nuestra propia vida sino la de los demás, que tal vez sería el caso de esta madre del microcuento quien perdió su propia identidad... Es mi modo de verlo. Gracias por compartir y buen fin de semana +Patricia Schaefer Röder.
ResponderEliminarestoy de acuerdo contigo, pero tengo una pregunta para ti: por que piensas que la persona del cuento es una madre? el cuento esta escrito sin genero; cada quien le adjudica el genero que desea. saludos desde puerto rico :)
Eliminarse puede tomar de muchas maneras ...pero me gustó
ResponderEliminarUn hermoso microcuento que invita a la reflexión.
ResponderEliminarCierto! Uno cuadra siempre las historias recreándolas en su cabeza y es ahí donde realmente adquieren sentido, el sentido particular y personal, es la gracia de la literatura: una historia (la del autor) que pueden ser tantas como como lectores. Fue la imagen que recreé, sin ni siquiera pensarlo... Un abrazo!!
ResponderEliminarPatricia, cada cuento de tu libro Yara es extraordinario. Gracias!!
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