“…Saliendo por la montaña, la luna me saluda burlona, como siempre. Sabe que mientras pueda sonreírme directamente a la cara, yo no podré dormir. Cada mes, durante las dos semanas que la luna yace sobre su quijada, mostrándome su risa que se vuelve cada vez más grosera y redonda, hasta llegar a una carcajada selenita de proporciones continentales, y luego de vuelta al rostro menos escandaloso pero más cínico, mi parte instintiva se resiste a bajar la guardia. No sé qué se trae entre manos; llevamos ya muchos años jugando el mismo juego y aún no se da por satisfecha. La tiene tomada conmigo; no me deja en paz ni una sola noche. Tal vez extraña nuestras interminables charlas de adolescencia, cuando aceptaba su invitación a salir a jugar en medio del silencio nocturno. Jugar y charlar, eso era lo que hacíamos en aquel entonces. Pero hoy ya tengo otros amigos con quienes charlar y jugar de noche, y pareciera que ella no lo quiere entender. Es muy persistente; hasta más que yo. Porque los nuevos amigos han aparecido y desaparecido de mi vida, pero ella sigue ahí, fiel a nuestra extraña relación. No niego que la aprecie; no niego que la quiera también, pero es un querer que viene con un no querer implícito, un estar a gusto y a disgusto a la vez. Al fin y al cabo, sabe todo sobre mí y no le cuenta nada a nadie. Es mi celestina propia; discreta y complaciente con mis locuras. No puedo vivir con ella, pero tampoco puedo sobrevivir sin saber que está pendiente de mí. Y creo que a ella le pasa algo parecido también; si no, ¿por qué tanta insistencia?
Las nubes no hacen su trabajo; en lugar de ponerse delante de la luna para darme al menos la oportunidad de relajarme y quedarme dormida, se congregan alrededor de ella, rodeándola en un círculo de apoyo para que me alumbre directamente la cara. Se siente guapa y aupada por las nubes cómplices que participan en nuestro juego sin que nadie se los pida. Más aún, sin que yo esté de acuerdo. Y sin embargo, las nubes parcializadas insisten en formar un anillo alrededor de mi torturadora, rindiéndole tributo a quien me martiriza noche a noche durante la mitad de mi vida. Al menos hoy no me sacó de la cama…”.
©2007 PSR
fragmento tomado de un trabajo en proceso
EL AGUA NOS DA VIDA, NOS CALMA, NOS NUTRE, NOS ENVUELVE, NOS PURIFICA Y NOS LIBERA ...Y A VECES CAE SOBRE NOSOTROS COMO GOTAS DE SOL Y LUNA
Precioso amiga!!! El mágico influjo de la luna...
ResponderEliminarMe encantó!!!, ya me habías contado de tu extraña relación con la Luna... Lo describes de una forma genial!!!
ResponderEliminarhola querida Paty.. hoy no pude evitar esperar hasta la noche para escribir mi comentario al respecto y para poder mirar la luna bellísima por cierto y sonreir al mismo tiempo que recordaba esta descripción tan preciosa que haces, me ha encantado leer esto desde la primera vez hace ya algún tiempo, lo haces maravillosamente, felicidades. Abrazo fuerte.
ResponderEliminarAraceli Blanco.
"Luna", sabes que me encanta? la he leído un montón de veces...
ResponderEliminarMe encanto, que buen trabajo..!
ResponderEliminarPatricia, acabo de leer la muestra de tu trabajo en progreso sobre la luna, me encanto!!. Cuando dices que la luna se sonrie de quijada y luego se va poniendo completa.. burlona totalmente... jugando contigo y no te deja dormir.. eso estuvo muy bueno.. me gustara leer el trabajo completo cuando lo termines.
ResponderEliminar.. hoy vuelvo a leer "LUNA", es como volver a cantar aquella canción que me gusta, que buena idea de tener tu propio blog, abrazo Paty. (en la víspera de tu cumpleaños).
ResponderEliminarGracias!!!! Siempre me acompañó en mis viajes de estudiante. . . y para que siga siendo mi amiga, abro la ventana. . . Me fascina la compañía de la luna!!!!!
si, la luna tiene un especial hechizo, me gusta mucho como lo describes, gracias por escribir cosas tan bonitas.
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