Melvin, artista real; me atas risueña
mientras alabas raras mantas acuáticas, rojas, monocromáticas, arregladas
raudas. Me anticipas regresar mil años rumbo mares atascados, rabiosos. Moriría
ardiendo rancia melaza azul, rota, mutilada, arrojada, refluida. Mimetízate, Ángel;
regresa muy altivo, renacido, moviéndote al ritmo marino, acuático, rodante. Mi
amigo robado, Melvin, alias Romeo, mi Ángel rey: mis arrogantes relevos
metafóricos andan redoblantes, mercenarios, acelerando, revirtiendo mareas ante
rompeolas masivos. ¡Adelante, rujan maledicencias a resentimientos meramente
ácidos, rencores mediocres, anticuados, retrógrados; meras aguas rastreras
motivadas al reflejo moribundo, abismal, rancio! Mis angustias resabidas marcarán
apoyo resistente, muy avanzado, robusto. Millas acuáticas recorreré meramente
ante resacas mayores al regresar, marimorena aguerrida, riña metafórica
antagónica rendida. Melvin, Ángel: rayen mares altos, regios; mas ámense
recíprocamente mil años repetidos. Mi añoranza recae meditada, abalanzada,
renacida, mientras adelanto regocijada, Melvin, alias Romeo, mi Ángel rey: mis
amigos románticos.
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