miércoles, 12 de marzo de 2014

EN LA OFICINA...


“…La rutina diaria en la oficina me aburre. Dentro de todo, prefiero los viajes para cerrar contratos. Al menos conozco lugares nuevos y salgo un poco de la claustrofobia que me produce este laberinto de hormigón y acero. Aquí, entre intrigas y resentimientos camuflados hábilmente con la fingida amabilidad que impone la etiqueta empresarial, lo único que florece son las plantas de plástico que adornan la recepción y el cubículo de la contabilista. Pero cuando estoy fuera, ocupándome de un contrato, me siento más real, más tangible que en el día a día del piso 13 de aquel rascacielos, rodeada de marionetas chupatintas sin libre albedrío, como la que me lanza el espejo en el baño de damas. Irónicamente, los dos lugares más acogedores en la empresa son mi oficina, con su gran ventana, y el baño de damas. Siempre he necesitado poder ver hacia afuera; los espacios cerrados me ahogan. Pero lo que pasa con el baño no lo termino de entender. Tal vez sea por aquella fuentecita eléctrica adornada con piedras que mantiene el agua corriendo eternamente. Lo cierto es que cuando entro en ese sitio, me invade un cierto sosiego que por momentos me hace olvidar incluso la mezcla pestilente de cloro y amoníaco que se asoma insistente a través del “bouquet” industrial y barato. Definitivamente, tengo que comprar una fuentecita de ésas para mi oficina. El sonido del agua que corre por las piedras me tranquiliza y me relaja; hace que pueda sobrellevar las presiones del trabajo y me mejora el humor. Recuerdo que cuando niña, el agua me producía una sensación indescriptible. Era como si invadiera mis sentidos por dentro y por fuera. Igual me pasaba con la lluvia y el viento; eran parte de mi esencia natural. Nadie entendía cuando lo trataba de explicar en la escuela; mis amigas me miraban como si estuviera loca. Pero de eso hace mucho. Tantos años han pasado desde la última vez que fui a nadar, que temo que el agua me rechace…”.


Fragmento de "Yara" ©2006 PSR 
"Yara" aparece en la antología Yara y otras historias, de Patricia Schaefer Röder.
Ediciones Scriba NYC
ISBN 978-0-9845727-0-0

8 comentarios:

  1. Hay dias que uno se siente como muerto vivo en medio de esas paredes y relaciones humanas de conveniencia.

    ResponderEliminar
  2. Reflauta!!! ..., muy buen fragmento, pero por un instante pensé q eso acontece en una of de Wellington..., o si???, me desilusionaría, pues encuentro tan vanguardista NZ.

    ResponderEliminar
  3. Acontece dentro de uno, como tantas distopias. Hermosas palabras, me trajeron feng-shui a la mente!!

    ResponderEliminar
  4. dicen que hemos hecho del agua todo vivo.

    ResponderEliminar
  5. Me encantó, gracias por compartirlo.

    ResponderEliminar