Despertamos del último desengaño
con los ojos hinchados
el espíritu desinflado
…volvimos a equivocarnos.
Tonos grises
indefinidos
protagonizan cada objeto
sombras borrosas
en la noche
de la calle desierta
luces demasiado brillantes
en medio del cielo
del mediodía
distorsionan
cuanto nos rodea
confundiéndonos.
Tanto tememos sentir de nuevo
vivir a plenitud
intensamente
mostrándonos como somos
en realidad
alma desnuda
corazón abierto
piel expuesta
frente a los demás.
Miedo a los otros
siempre
aunque sean extraños
y no sepan
no olvidemos:
pueden herirnos
lo harán
sin piedad
destruirnos en cien trozos
con nuestras propias armas
contundentes, explosivas
afiladas
si dejamos
que nos conozcan
a fondo.
Mil angustias nos matan
a cada instante
lenta, seguramente.
Deseamos amar
con cada nervio
cada músculo
cada respiro
algo nos detiene
cercenando el sentimiento
frenando cualquier impulso
cortándonos el aire
de nuevo.
Por la espalda
baja raudo
un corrientazo helado
pánico a ser utilizados
por alguien
que saque provecho
abusando con malicia
de lo que es nuestro:
cuerpo
vida
sueños
rasgando luego
impunemente
aquella piel que temblaba
desgarrando sin remordimiento
el corazón que antes
por esa misma persona
latía.
¡Fuera la inocencia
bienvenido el cinismo!
La candidez
encontró sus maletas
frente a la puerta
cuando quiso intentar volver…
Ya no más.
Recelamos de todos
de cada uno
damos cualquier cosa
por conservar nuestra libertad
en cuarentena
preciada individualidad
imperativamente excluyente
tan importante hoy día
vital
infinitamente peligrosa
necesaria
para desvivir
poco a poco
esta acelerada vida.
Desconfianza del mundo entero
de lo que no conocemos
terror a la crueldad
tortura medieval
tan actual…
sanguinaria
implacable
impune
con nuestro ser
indefenso
vulnerable
castigo a los sentimientos
tormento del alma.
Con cuidado
nos ponemos a resguardo
tras quinientas llaves y cerrojos
muros que llegan al cielo
ventanas blindadas
que nos permiten ver
y ser vistos
sin permitir
bajo ningún concepto
que alguien se acerque
demasiado
creyéndose con derecho
de intervenirnos la vida.
Aprensión por nuestro vivir
sentir
tantas dudas
eternamente…
No podemos
no queremos
nunca más
apasionarnos por nada
¡no! ¡cien veces no!
No nos daremos ya el lujo
de involucrarnos
enamorarnos
engancharnos como anzuelo
en la boca del pez
sin escapatoria
no
ninguna red nos arrastrará ya
nadie, nunca.
Tendremos paz al fin
inmensamente solos
dejando de lado
tal vez
aquello que nuestro corazón
tanto necesita
para más fuerte latir.
©2010 PSR
dudas, inseguridad, incertidumbre, desasosiego, confusión, temor, angustia.. ayyy!! que triste está este, algo asi como "imposible".
ResponderEliminarMagnifico!
ResponderEliminar